El nuevo ministro toma posesión de su cargo – objetivo: salvar la economía austriaca – la evolución de la situación epidemiológica

19 de Abril.- Pedro Almodóvar, el famoso director español, estuvo a punto de titular una de sus películas menos buenas así (dos puntos): ¿Hay alguna posibilidad (pausa) por pequeña que sea (otra pausa) de salvar lo nuestro? Menos mal que, al lado de todos los genios hay una persona sensata que los ancla a la tierra. En este caso fue el bueno (y el inteligente) de Augustín Almodóvar el que le dijo:

-Mira Pedro, es remotamente imposible que titulemos este flín tuyo así.

-¿Y eso, por qué?

-Tendríamos que empalmar dos carteles.

Y entonces Pedro, se rascó la cabeza y dijo:

-Vale: que se llame La Flor de mi Secreto.

El título no salvó la peli (en donde Marisa Paredes forma con Imanol Arias el matrimonio más improbable del cine desde que a Charlton Heston le dio por emparejarse con una „chimpancesa“) pero por lo menos sí que se pudo poner en el cartel.

La jornada de hoy ha tenido para el Gobierno de Esta Pequeña República algo de intentar salvar su relación ¿Lo habrán conseguido? Bueno, solo el tiempo lo dirá. Vamos, mañana lo sabremos tras conocer más o menos en detalle las medidas económicas que el ejecutivo austriaco pergeña en estos momentos para sacar a este país de la crisis coronavírica.

Pero de eso hablaremos en un plis. Entretanto:

EL NUEVO MINISTRO DE SANIDAD, MÜCKSTEIN, TOMA POSESIÓN

La anécdota la ha puesto, naturalmente, el nuevo Ministro de Sanidad (y de lo social, y de protección al consumidor y tal y tal), Wolfgang Mückstein. El tocayo de Mozart prometía hoy su cargo ante el Jefe del Estado, Van der Bellen.

El Sr. Mückstein ha sorprendido con sus estilismos que, se supone, eran un mensaje que pretendía predicar dinamismo, energía, etcétera.

Traje negro, camisa blanca y zapatillas de deporte blanco nuclear. Mis espectadores (españoles) más veteranos tendrán en la cabeza en este momento la imagen de Emilio Aragón. Supongo que para los que no habían nacido a finales del siglo pasado detalles como este empiezan a carecer de importancia.

El ministro ha prometido que hará lo mejor por Esta Pequeña República después de un breve discurso del Bundespresi y luego ha declarado sentirse hondamente conmovido por la solemnidad del acto.

Tras esto, se ha echado a la calle, en compañía de su jefe, el Bundescanciller más mozo de la Unión. Los flashes hacían click click, el neoministro miraba un poco espantado al vértigo del poder y, a su lado, Sebastian Kurz caminaba un si es no es incómodo, como estas veces que uno tiene que cumplimentar a un primo lejano con el que no se lleva.

-!Hay prisa!

Y la hay. Y mucha. Sobre todo porque las encuestas no son demasiado favorables ni al Gobierno ni a su canciller. Y eso, cuando te has acostumbrado a ser portada de la revista Sueños de Suegra, duele.

Verdes y Conservadores se han sentado, en la que es la segunda concentración del Gobierno para intentar salvar su relación (mútua) y también para tratar de remontar el bache de popularidad.

OBJETIVO: SALVAR LA ECONOMÍA AUSTRIACA

Es el plan de la vuelta „El Comeback plan“ (aquí, como en todas partes, cuando se quiere dar a algo un glamour se nombra en la lengua del duque de Edimburgo, q.e.p.d.).

Objetivo: salvar la economía austriaca.

¿Cómo? Pues como en todos los países europeos, con una mezcla entre recursos propios y dineros venidos de la Unión Europea.

Objetivo: que medio millón de personas que en este momento están mano sobre mano dentro de un año estén trabajando y siéndole útiles al país. Y más: el Gobierno habla de colocar a 800.000 personas.

¿Y cómo lo vamos a hacer? Pues con una receta clásica: invirtiendo.

De esta, si todo lo que piensa el Gobierno se cumple, la economía austriaca saldrá más fuerte, más digital y más verde. El vicecanciller Kogler ha sido concluyente: „la lucha contra el cambio climático crea puestos de trabajo“.

De momento, hoy se ha anunciado que se amplían los medios que el Gobierno pone para premiar a aquellas empresas que inviertan. De tres millardos a cinco millardos. Seiscientos millones de estos euros vienen de los fondos de la Unión Europea.

¿Y en qué hay que invertir? Digitalización, ecologización, salud o ciencia.

Las empresas que esto hagan, recibirán un premio del Estado equivalente al siete (o al catorce) por ciento de su inversión.

Para que nadie se llame a engaño, antes de cerrar la puerta tras de sí y concentrarse, el Bundescanciller ha querido dejar clarita una cosa: son las empresas las que crean puestos de trabajo y no el Gobierno (otra cosa sería de rogelios y está claro que Kurz no es uno de ellos).

El Gobierno está para crear las circunstancias, o sea, para abonar el terreno. Pero la plantita debe crecer sola.

Una regla infalible de la economía es que siempre se puede encontrar a un economista que diga lo contratrio que otro economista.

De manera que los expertos no se encuentran muy convencidos de que el premio para la inversión funcione. Los economistas del WiFo, este verano pasado publicaron un estudio según el cual el premio a la inversión ya existente aportó nada más que un raquítico 0,17% al crecimiento del PIB.

De momento, no se van a tocar los impuestos (se piensa que este área de la economía entrará en cuestión en la segunda mitad de 2021) ni tampoco se va a acometer la reducción de los costes del trabajo (que era una cosa que quería la patronal austriaca para aumentar la competitividad de Esta Pequeña -pero industriosa- República).

También se espera que se anuncien nuevas medidas para impulsar el mercado de trabajo (parados de larga duración, subsidio de desempleo). Mañana, en cualquier caso, sabremos más.

ESTA ES LA SITUACIÓN EPIDEMIOLÓGICA

Terminamos contando un poquito la situación epidemiológica.

El confinamiento en la parte este de Austria parece que sigue funcionando y los números, dentro de que son altos, se han estabilizado otra vez relativamente.

En las últimas veinticuatro horas, el Gobierno ha contabilizado 2117 casos y ha habido que lamentar el fallecimiento de 24 personas, bien por coronavirus directamente o, como decimos siempre, por dolencias agravadas por la enfermedad.

También empieza a notarse el efecto de la vacunación. La edad media de los infectados cada vez es menor. Solo un diez por ciento de las nuevas infecciones tiene más de 65 años.

Desgraciadamente, lo que no baja (de momento) es la presión sobre los hospitales.En las últimas veinticuatro horas, 24 personas se han puesto tan pachuchas que han tenido que entrar en cuidados intensivos. En total son 570 los pobres pacientes que están pasándolo mal.

Bienvenidos al mejor cóctel de información y entretenimiento. Hoy, como todos los domingos, pasaremos revista a las noticias de la semana, echaremos un vistazo a lo que se sabe de la relación entre trombosis y vacunas contra el coronavirus y hablaremos de un incendio que estuvo a punto de devorar una de las joyas de Viena. Y, naturalmente, tendremos un estreno AL SUR DE LA FRONTERA.

Puedes encontrar las licencias de las músicas, aquí.