Hombres en apuros

Un ministro de finanzas remolón y un magnate de la comunicación, ninguno de los dos ha tenido un buen día. Te contamos por qué.

7 de Mayo .- En el último año y medio, la pandemia del coronavirus, por razones obvias, ha acaparado gran parte de la atención informativa en Austria.

Sin embargo, como es obvio, también han sucedido otras cosas.

Ayer, por ejemplo, Esta Pequeña República vivió una jornada inédita desde el punto de vista institucional. Una situación tan fuera de lo común que incluso obligó al Sr. Bundespresi, Alexander van der Bellen, a comparecer ante los medios para dar su opinión.

Como recordaréis, hace casi exactamente dos años, la coalición que entonces gobernaba Austria, formada por el partido conservador y la ultraderecha, saltó por los aires al hacerse público el llamado vídeo de Ibiza.

No solo nos enteramos de que a Strache le sentaban fatal las camisetas de licra y de que las oligarcas rusas, si son de verdad, acuden a las fiestas con la pedicura hecha, sino que también surgió la pregunta de si el Gobierno austriaco de entonces había consentido recibir dinero a cambio de cambiar las leyes.

El escándalo era gravísimo desde cualquier punto de vista.

Desde entonces, hemos sabido muchísimas más cosas que han levantado sospechas de corrupción alrededor de muchos de los miembros del Gobierno de entonces.

No solo Strache se enfrenta a una demanda judicial que puede hacer que termine dando con sus huesos en la cárcel.

También el actual ministro de finanzas, Gernot Blümel tiene motivos para preocuparse

La comisión del Parlamento austriaco que investiga el escándalo de Ibiza puede ser el preámbulo para Blümel de un largo recorrido judicial.

En el ÖVP, conscientes del daño que puede hacer este asunto no solo al propio interesado, sino al canciller Kurz y al propio partido conservador, la táctica hasta ahora ha sido el poner todos los palos posibles en las ruedas de la comisión.

Con la inestimable ayuda, por cierto, de su director, el también conservador Sobotka.

Ayer, sin embargo, se pasó una frontera que obligó al presidente Van der Bellen a intervenir.

Ante los reiteradísimos retrasos del Ministro de Finanzas a la hora de entregar documentación necesaria para las investigaciones, la comisión que indaga el escándalo de Ibiza y sus relaciones con la empresa Novomatic, pidió amparo al tribunal constitucional austriaco, el cual, haciendo uso de las funciones que le concede la ley, ordenó al Presidente de la República que obligase al Ministro de Finanzas, Gernot Blümel, a entregar la documentación requerida.

Es la primera vez en toda la historia de la República austriaca que el alto tribunal tiene que usar este mecanismo pensado para situaciones límite.

Con su elegancia habitual, el Bundespresi Van der Bellen se presentó ante los medios para explicar que había hablado con el Sr. Ministro y que el Sr. Ministro le había prometido entregar los documentos a la mayor brevedad.

Como así fue, por cierto.

No sin razón, hay muchos que se malician que la documentación contiene detalles muy jugosos y de alto potencial explosivo.

De momento, tanto los socialdemócratas como la ultraderecha han pedido la dimisión de Blümel el cual, de momento, les ha hecho el ignorito.

Quizá recordaréis también que el dueño de OE24, Wolfgang Fellner, ha tenido que enfrentarse a acusaciones de acoso sexual de grueso calibre.

Una ex presentadora de su canal, le acusó de haber intentado propasarse con ella en repetidas ocasiones así como de haberla humillado en público haciendo referencias no ya groseras, sino abiertamente sexistas, a su aspecto.

Fellner, hasta ahora, ha negado las acusaciones, a pesar de existir pruebas fehacientes (grabaciones) de que, por lo menos las humillaciones, existieron.

Ayer, otra ex colaboradora de OE24 se sumó a las acusaciones de Raphaella Scharf, amontonando más nubes negras en el horizonte judicial de Fellner.

Hoy, el asunto ha tomado un giro inesperado.

Con el tema de la violencia contra las mujeres de trágica actualidad, Fellner, a las 10:39 de esta mañana, ha anunciado que se iba a tomar una pausa en sus labores ante las cámaras.

La razón ha sido que Fellner se ha enterado de que cuatro políticas austriacas, a saber, Susanne Raab, del Partido Conservador, Gabriele Heinisch-Hosek, del partido socialdemócrata, Sigi Maurer, de los verdes y Beate Meinl-Reisinger, de los Neos, iban a publicar a las once de la mañana un comunicado conjunto en el que anunciaban su negativa a ser entrevistadas por Fellner hasta que no se aclaren las acusaciones que pesan sobre él.

Por cierto, os dejo que busquéis la llamativa ausencia.


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