En casa del herrero

Lo que a las Wiener Linien les sobra, a la UEFA le falta. Y hasta aquí puedo leer.

23 de Junio.- Hoy vamos a hablar de fútbol. Entre otras cosas.

En el momento en el que se está publicando este vídeo, juegan en Múnich húngaros contra alemanes, un partido que, por causas ajenas a los avatares de la Eurocopa, ha adquirido un eco imprevisto.

Recapitulemos.

La semana pasada, el Parlamento húngaro aprobó una ley que equiparaba, entre otras cosas, la homosexualidad con la pedofilia y prohibía cualquier contenido LGTB en los materiales dirigidos a los menores de edad.

No solo eso, sino que también, « para proteger a la infancia » prohibía cualquier tipo de educación de los jóvenes al respecto.

Ayer martes, 14 miembros de la Unión pactaron en Luxemburgo una declaración conjunta en la que pedían a la Comisión Europea, presidida por Ursula von der Leyen, acciones para frenar la ley homófoba.

Hoy mismo, la presidenta de la Comisión ha tomado la palabra para condenar durísimamente la ley aprobada por el Parlamento húngaro.

La ha tildado de vergüenza (Schande) y ha dicho que ataca a los fundamentos mismos de la Unión, a base de torpedear sus valores fundacionales de tolerancia, libertad y dignidad de las personas.

También ha pedido a los órganos jurídicos de la Comisión que estudien todas las posibilidades legales para que la ley no llegue nunca a entrar en vigor y no se descarta que, como ha sucedido otras veces con la misma Hungría pero con el Gobierno polaco, la Unión adopte medidas de penalización.

El alcalde socialdemócrata de Munich le pidió a la UEFA permiso para que el estadio en el que hoy la selección alemana juega contra Hungría, fuera iluminado con los colores del arcoiris en signo de protesta.

La presencia de Viktor Orbán, primer Ministro húngaro, estaba prevista hoy en el estadio.

Como en casa del herrero ya se sabe que el cuchillo es de madera, a pesar de ser un organismo futbolístico, la UEFA no ha encontrado pelotas suficientes en sus almacenes y, aludiendo a confusas neutralidades, ha declinado no iluminar el estadio con los colores de la diversidad.

Aún así, el alcalde de Múnich, mientras dure el partido, iluminará varios edficios singulares de la ciudad con la bandera de la tolerancia.

Algunos jugadores también han decidido lucir brazaletes con los colores del arcoiris.

Podría ir la UEFA  buscar pelotas a los almacenes de las Wiener Linien.

La empresa de transportes de la ciudad de Viena ha troleado hoy a la UEFA en sus redes sociales haciendo gala de un elegante sentido del humor.


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