Los demandantes de asilo podrán trabajar en Austria

La noticia empieza como un cuento y ha quedado medio sepultada por otras más vistosas, pero de aquí a unos meses puede tener grandes consecuencias para todos.

14 de Julio.- Hoy ha habido varias noticias importantes de las que podría haber escrito. Una de ellas es, por ejemplo, el llamamiento que se ha hecho desde el Gobierno a los jóvenes para que se vacunen (de una puñetera vez).

También podría haber hablado (me he limitado a poner una escueta nota en Facebook) a propósito de los noventa machacantes que quienes incumplan la regla de las 3G deberán abonarle a la policía, en el caso de que les pillen en el bar o en el peluquero sin una prueba válida de que están curados de la CoVid, de que se han vacunado o de que se han hecho un test y les ha dado negativo.

No hablaré de estas cosas, sino de una noticia que ha estado a punto de pasar desapercibida pero que, según mis cálculos, afecta a varios miles de personas en toda Austria.

La noticia empieza como los cuentos.

Érase una vez un herrero…“. Sí, sí. Un herrero.

Pues este herrero se encontró con un solicitante de asilo. Una de estas personas venidas de Oriente Medio buscando protección. Debieron de entablar amistad y, casualidades de la vida, nuestro herrero debió de ver al refugiado competente y honrado, de manera que quiso contratarle para su fragua.

Lamentablemente, el herrero vio pronto que su buen propósito no era tan sencillo.

Como quizá sepan los lectores de Viena Directo, los demandantes de asilo o refugio no pueden trabajar en Austria, salvo que sea de manera „geringfügig“ (o sea, si no ganan más de cuatrocientos euros) o como temporeros o haciendo servicios gratis a la comunidad.

Esta restricción se basa en dos decretos, uno de 2004 y la otro de 2018, rubricados por sendos ministros conservadores, uno del Partido Popular y la otra de la ultraderecha.

Nuestro herrero, que debe de ser de estas personas a las que cuando algo se les mete entre ceja y ceja no abandonan facilmente, seguramente pensó que era un desperdicio que un hombre joven y en edad de hacer bien a la comunidad con su trabajo honrado tuviera que estar mano sobre mano (además, de la inactividad vienen muchos malos pensamientos) de manera que recurrió a los tribunales.

Su peripecia legal ha llegado hoy al Constitucional austriaco, el cual ha derogado los dos decretos y ha dicho que es inconstitucional que al herrero no le esté permitido contratar a alguien si es que lo encuentra competente. O sea, que las limitaciones establecidas por los decretos son inconstitucionales.

Nuestro herrero y su aprendiz han abierto una puerta que llevaba casi veinte años cerrada y, a partir de ahora, los demandantes de asilo podrán ser contratados como cualquier otra persona. Solo tendrán que encontrar a alguien que les contrate, pero bueno, eso es otro cantar.

La decisión del Alto Tribunal no ha gustado nada de nada en la parte conservadora del Gobierno austriaco. Naturalmente, no estamos ante la maldad gratuita de Herbert Kickl, cuya última ley, antes de ser fulminado como Ministro del Interior, fue infligirles a los demandantes de asilo la humillación de que no pudiesen cobrar más que un recluta y que ese sueldo estuviese limitado a un par de euros al día (si no recuerdo mal, la ley se derogó más tarde).

Como digo, no estamos ante eso, pero el Gobierno austriaco ha debido de pensar en un contingente de varios miles de personas que, como primera medida, podrán inscribirse como demandantes de empleo y, por lo tanto, entrar en el mercado laboral.

Como es lógico, el Gobierno teme dos cosas: por un lado, ese hecho. O sea, que esta entrada de personas al mercado de trabajo pueda descomponer un poco las estadísticas. Por otro lado, el llamado „efecto llamada“.

El Gobierno austriaco, a través de su ministro de trabajo, el maratoniano Sr. Kocher, ya ha anunciado que va a mirar el asunto con lupa y que hará todo lo posible por volver al statu quo de antes. No parece fácil, por lo menos legalmente, que pueda hacerlo, al haber venido la decisión de la más alta instancia jurídica de la República. Por otro lado, están los compañeros de coalición, los Verdes.

Todas las estadísticas a propósito de los refugiados están en esta página (en alemán)


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.