Herbert Kickl carga contra el Gobierno austriaco

El líder de la ultraderecha austriaca ha cargado hoy contra el Gobierno y ha insistido en sus tesis negacionistas y antivacunas. Incluso ha recomendado un medicamento, de uso veterinario, que puede ser peligroso para los seres humanos.

25 de Octubre.- Como ya expliqué ayer con detalle en la emisión de La Tarde en Directo, el Gobierno austriaco, reunido el viernes, planificó un sistema que ponía en correlación el nivel de ocupación (en porcentaje) de camas de cuidados intensivos con diferentes medidas progresivamente más restrictivas con aquellas personas que no están protegidas contra las evoluciones más severas del coronavirus. O sea, las personas que pudiendo, no están vacunadas.

Hoy, la subida masiva de los casos (unida a una bajísima cuota de vacunación) ha obligado a restringir la salida del distrito de Braunau, en Alta Austria. A partir de hoy solo podrán salir de ese distrito aquellas personas que estén vacunadas, que puedan presentar un certificado de haber pasado ya la CoVid o un test negativo.

También se han implantado confinamientos perimetrales en Melk. Entretanto, en toda Austria los casos siguen subiendo. Sin embargo, no con la misma rapidez en todas partes. Las mayores subidas se localizan en los lugares en donde la cuota de vacunaicón es más baja.

Hoy ha habido 2850 nuevas infecciones y 232 personas (13 más que ayer), se encuentran en cuidados intensivos.

De esas personas, nueve de cada diez son personas no vacunadas.

Herbert Kickl insiste intenta puntuar con los antivacunas

Con este panorama que presagia un otoño caliente, el líder de la ultraderecha, Herbert Kickl, ha convocado una rueda de prensa en la que no solamente ha insistido en sus tesis antivacunas, sino que también ha dicho algunas cosas que, de llevarse a cabo, podrían ser peligrosas para la salud pública.

Según Kickl, el número de nuevos contagios sube no por culpa de la baja tasa de vacunación, sino porque el Gobierno confía en la vacuna (!!!).

Ha anunciado que va a interponer una cuestión de confianza contra el Ministro de Sanidad Wolfgang Mückstein (moción que, forzoso es decirlo, tiene cero posibilidades de éxito, al ser la ultraderecha la única fuerza política en Austria que guía su actuación por la confusa mitología negacionista y no por la ciencia).

Asimismo, Kickl ha anunciado que participará en las manifestaciones previstas para mañana. No ha revelado dónde.

Por último, Kickl ha anunciado que el FPÖ se va a querellar por publicidad engañosa contra la oficina federal de salud , debido a la campaña de vacunación actualmente en curso (!!!).

Abonado a las locas tesis negacionistas y antivacunas, Kickl ha dicho que la inyección no es el camino de salida de la crisis. Ha acusado al Gobierno de manipular los datos y también de ocultar las muertes debido a las vacunas (!!!).

Según Kickl, tanto el aumento de los casos entre los vacunados como las muertes y daños debidos a las vacunas (!!!) producirán un daño severo en el sistema de salud austriaco.

Metido en harina, ha pedido que se usen medicamentos „muy efectivos“ según él, si se toman a tiempo, para controlar el coronavirus. El medicamento en cuestión se llama Ivermectina, preparado con el que todo aquel que haya buceado un poco en las alcantarillas negacionistas está familiarizado.

Una sencilla búsqueda permite averiguar que la Ivermectina es una medicina que se utiliza para tratar procesos provocados por parásitos.

Algunos ensayos científicos han demostrado, es cierto, en laboratorio, una cierta eficacia a la hora de limitar la extensión del coronavirus en cultivos de células pero las dosis requeridas en personas serían tan altas que llegarían casi con seguridad a ser peligrosas.

Quizá recordarán los lectores que la FDA (la equivalente estadounidense de la EMA, Agencia Europea del Medicamento) ya pidió a la gente que no utilizase la Ivermectina de uso veterinario para tratar la CoVid o prevenir sus efectos.

Con un discurso cuidadosamente dirigido a su parroquia de negacionistas, antivacunas y demás gente ignorante, Kickl no ha ahorrado en calificativos. Ha hablado de sadismo y de falta de sentimientos con los no vacunados y ha acusado al Gobierno de implementar un sistema de castas discriminando a los no vacunados.

En resumen, Herbert Kickl ha insistido hoy en un discurso de pánico, de inseguridad, sin el más mínimo respaldo científico, preconizando el atraso y el oscurantismo.

Podría ser hasta divertido si no diera mucho miedo. Mucho miedo.


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