Una nueva mutación, detectada en Sudáfrica, preocupa a los científicos ¿Éramos pocos y la abuela tuvo quintillizos? No del todo. Si el virus ha aprendido, nosotros también. Y mucho.
26 de Noviembre.- Hace algunos días empezó a hablarse de una nueva variante del coronavirus, más peligrosa que la actual, que se ha detectado en Sudáfrica.
Hoy, se le ha puesto nombre: B.1.1.529.
Al objeto de evitarle a las personas humanas tener que memorizar esta cifra, la Organización Mundial de la Salud la ha bautizado con la letra griega ómicron.
¿Qué sabemos de nuestro nuevo enemigo? Pues que acumula un buen número de mutaciones. 32 solamente en las proteínas que forman las espículas del virus (o sea, los pinchos que hacen parecerse al coronavirus al fruto del madroño) y una docena en otras partes del virus.
O sea, que como dijo el castizo, éramos pocos y la abuela tuvo quintillizos.
Debido a esta peligrosa combinación, que ya ha sido detectada en Europa (el dudoso honor de ser el primero ha sido para un paciente belga) el virus podría ser más eficaz a la hora de infectar a las personas y, por lo tanto, las vacunas podrían ver reducida su efectividad.
¿En qué medida? Está por verse.
De momento, Pfizer/Biontech ya ha empezado a estudiar esta nueva variante. Se espera que los resultados de las pruebas de laboratorio estén listos en dos semanas.
Los científicos, entre ellos los que trabajan en la universidad de Oxford, piensan que casi seguramente la nueva variante ómicron es más eficaz a la hora de poner pachucha a la gente, los primeros datos así lo indican. En cualquier caso no está claro si es más contagiosa.
¿Qué pasará si se descubre que la nueva variante ómicron es más eficaz a la hora de “driblar” a las vacunas?
Pues habrá que ajustarlas.
En realidad, un evento de estas características ya se esperaba y las farmacéuticas ya estaban preparadas para esta eventualidad.
Si las pruebas dicen que el virus se ha vuelto más listo y que hay que ajustar los sueros, las nuevas actualizaciones estarían listas en unos cien días para ser pinchadas en las personas (es la magia de las vacunas de ARN mensajero, que son más fácilmente ajustables que las anteriores).
De momento, sin embargo, la situación es preocupante pero no hay que dar nada por seguro.
Aunque es poco probable que sirva para mucho, Austria ha prohibido esta mañana la entrada de viajeros procedentes de la zona sur del continente africano.
En concreto desde Sudáfrica, Lesotho, Botswana, Zimbawe, Mozambique, Namibia y Eswatini.
Los residentes austriacos que vengan de esa zona del planeta se tendrán que someter a medidas suplementarias, como PCRs cuando lleguen, cuarentena de diez días y registro.
¿Por qué ha surgido precisamente en esa zona?
La alta prevalencia (o sea, la alta incidencia) y la baja tasa de vacunación en esos países han hecho que el virus pueda “estudiar”.
Las mutaciones se producen fortuitamente si el virus se replica, como es el caso, millones de veces y no encuentra ninguna barrera.
Las mutaciones exitosas, sobreviven y se extienden, desplazando a las variantes del virus menos “listas”.
Por eso sigue siendo importantísimo vacunarse.
A pesar de todo lo cual, hay que recalcar que la variante Nu del coronavirus es un motivo para la preocupación, pero no para el pánico.
Si el virus ha aprendido, nosotros también le estamos esperando.
Que venga si se atreve.
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