Violencia creciente en Austria relacionada con el negacionismo

El otro día, el jefe de los servicios secretos austriacos alertaba de la amenaza que supone el negacionismo. En los últimos días menudean los incidentes violentos.

15 de Diciembre.- Un viejo axioma dice que la comedia es la tragedia pasada por el filtro de la exageración. Así debe de ser, aunque también podría decirse que la comedia es la tragedia observada desde la distancia. A más distancia, como es natural, más comedia. Cuando pasa algo malo, en el centro de los acontecimientos no suele estar la gente para bromas.

Por ejemplo, ayer, el presentador de las noticias, Rafreider, acudió a trabajar con unas copitas de más, al parecer porque su padre está entrando « en trance agónico » y él quiso ahogar las penas en alcohol, ignorando que las penas, como todo el mundo sabe, tienen la manía de flotar.

Él estaba fatal, y sus jefes, no te cuento. Sin embargo, tanto la audiencia que le vio en directo como la que le ha visto en diferido, como lo estaban mirando el incidente desde la distancia, en la privacidad de sus hogares (a saber si mientras obraban), ha pasado un buen rato a cuenta del pobre caballero, el cual no solo va a quedarse huérfano próximamente sino, además, en el paro.

Quién sabe si después de haber trabajado en la ORF, al lado del ínclito y simpar Armin Wolf, se ve obligado a echar un currículum en la cadenilla de Fellner, en donde todo es « drama » y « mega » y por si fuera poco además le tocan las Kastagnetten a las presentadoras.

De todas maneras hay cosas que, se mire por donde se mire y no importa desde la distancia con que se mire, no tienen nada de gracia. No. No hay manera de encontrársela.

El sábado pasado me hacía yo las cuentas siguientes. Según la policía austriaca, se juntaron cuarenta  y cuatromil negacionistas en Viena, todos tan monos con su gorrito de papel de plata.

Imagínate, Paco, me decía yo, que de esos cuarenta y cuatromil amantes de los « hechos alternativos » la medicina natural y otras zarandajas, un uno por ciento decide tirar por la calle del medio, liarse la manta a la cabeza y hacer el mal. Y hacerlo no como ahora, en plan amateur, sino en plan bien. De causar destrozos en haciendas y personas. Serían nada más y nada menos que cuatrocientos cuarenta tíos haciendo el mal. La gente está muy loca y, como vengo demostrando, muy mal informada (por deficiencia neuronal y por maldad, a partes casi iguales).

Pues bien : ya está empezando a pasar.

INCIDENTES VIOLENTOS RELACIONADOS CON EL NEGACIONISMO

Este domingo, en Braunau (sí : ese Braunau), localidad de Alta Austria, marco incomprable de belleza sin igual, zona cero del antivacunismo, meca de los admiradores de ese caballero del bigotito que cumplía años el 21 de abril, había varios cientos de mastuerzos manifestándose en contra de la vacuna y del virus.

Una enfermera venía de hacer una visita a domicilio a un anciano y se disponía a ir a ayudar a otro cuando su trayectoria se cruzó con la trayectoria de la manifa. Los negacionistas que la vieron empezaron a increparla, a zarandearla, a llamarle asesina y a decirle que era una cómplice (de Bill Gates, o de Soros o de las Farmacéuticas seguramente). La acorralaron y un cabestro le tiró encima un termo de café.

La pobre enfermera pudo escapar y llegar a su siguiente cita, pero se asustó tanto (y con razón, la gente está muy loca, como he dicho) que le pidió a los familiares del anciano al que había ido a visitar que la escoltaran de vuelta a su casa, por si las moscas.

Mientras escribo estas líneas, un grupo de unas seiscientas personas (muy simpáticas todas, con su gorrito de papel de plata también) se han concentrado frente al colegio de médicos austriacos en una manifestación ilegal, para decirles que no están de acuerdo con según qué cosas.

El Gobernador del Land de Tirol también ha recibido amenazas de muerte, de los majaras de la Ivermectina, las cuales han sido consideradas por la policía tan creíbles como para ofrecerle protección.

Todos los medios que informamos con datos científicos a propósito de la eficacia de las vacunas hemos pasado también por la experiencia.

El jefe de los servicios secretos austriacos ya dijo el otro día que el negacionismo se está convirtiendo en una de las amenazas más graves para la seguridad en Austria, sobre todo porque los grupos de extrema derecha infiltrados dentro de ese movimiento de simpáticos amantes de la medicina natural están envenenando el ambiente.

Como esto siga así, nos va a hacer falta mucha distancia para poder reirnos de este chiste.


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