Los tejados de Viena en Nochevieja

Así celebran la nochevieja los austriacos

Los tejados de Viena en NocheviejaEn la última entrada del año veintiuno, y en este San Silvestre anormalmente cálido, echamos un vistazo a algunas tradiciones austriacas para celebrar la nochevieja.

31 de Diciembre.- Austria entera se prepara para ese momento en que el sonido de la Pummering, la campana de la catedral de San Esteban, marque el inicio del año 2022 de la Era Común.

Está siendo el día de San Silvestre más cálido desde que se tienen datos en Austria. A 31 de diciembre hemos alcanzado la bonita temperatura de 18,3 grados centígrados. El punto más cálido de Austria ha sido Berndorf (lugar de origen de las famosas piezas de cubertería) y en el Rax se han registrado temperaturas primaverales.

Para la media noche, los meteorólogos han previsto una temperatura de lo más agradable, alrededor de 13 grados.

Mañana, si todo sale según lo previsto, también hará muy buen día. Unos inusuales 15 grados de máxima, que permitirán escuchar el concierto de año nuevo casi en mangas de camisa.

Los austriacos y las personas que habitan este hermoso trozo del planeta, despedirán el año viejo con los rituales usuales.

DINER FOR ONE

En la ORF, cadena pública austriaca, por cuadragésima vez consecutiva (se empezó con la costumbre en 1981) se emitirá el sketch Diner for One, que hace las delicias de los habitantes de estas tierras.

El programa original fue grabado por los actores británicos Freddie Frinton y May Warden para la tele de Hamburgo (Norddeutsche Rundfunk) en 1963 y se da la circunstancia de que es famosísimo en toda centroeuropa, pero en su país de origen no lo conoce nadie.

Los dos veteranos cómicos ingleses lo hacían por teatros de provincias, cuando el productor alemán los vio y la cosa le hizo tanta gracia que decidió contratarles. Se emitió por primera vez en 1961, pero la grabación definitiva fue en 1963.

La pieza, que dura casi veinte minutos, se emite sin doblar, por cierto, con los diálogos en su inglés original. Freddie Frinton, el único que habla, había sido oficial del ejército inglés, y había luchado en la segunda guerra mundial y le tenía tanta tirria a los alemanes que se negó a grabar el sketch diciendo sus trozos de diálogo en alemán.

Por cierto, solo sobrevivió a la grabación cinco años más. En 1968 se fue a jugar a las cartas con Saint Peter.

El programa batió su récord de audiencia en 2004, cuando 15,6 millones de alemanes se partieron de risa con él en nochevieja.

Diner for one da para tanto que incluso se ha escrito un diccionario de 175 páginas referente a este programa de culto.

UN AUTÉNTICO VIENÉS ES INSUMERGIBLE

En Austria también se emitirá el episodio de nochevieja de “Mundl” o sea “ Ein echter Wiener geht nicht runter”, del cual han salido algunas frases que se siguen diciendo en Austria (aquello de “Mei Bier ist net Depperd!”).

En su momento, por cierto, la serie fue un escándalo, porque en la ORF salía por lo general gente muy correcta y la serie portagonizada por Karl Merkatz muestra el devenir de una familia obrera de Viena.

El pobre Merkatz está muy viejecito (anda por los noventa) y este 2021 ha tenido un ictus, del que se ha recuperado.

LOS INFALTABLES COHETES (DE M*ERDA)

Por último, otra tradición (esta vez totalmente desterrable) es la pólvora.

Los puñeteros cohetes y petardos, pensados originalmente para espantar al mal fario, nos amargarán la noche a los seres humanos (que podemos defendernos) y a los animalitos (que no).

Desde aquí, animo a todos aquellos que quieran hacer la gracia a utilizar los cohetes como supositorios (encendidos, si se puede).

En fin, queridos lectores y queridas lectoras: este ha sido la última entrada de 2021. Mañana por la mañana, volveremos a vernos (si Dios quiere) para comentar el concierto de año nuevo (Neujahrskonzert) que se celebrará este año con un poquito de público (venga, en 2023 ya será normal todo). No asistirá el Bundescanciller (lo anunció ayer) porque estando la cosa como está, le parecía “malamente” lo de tocar las palmas al ritmo de la marcha Radetzky.

Sin más, no me queda más que desearos a todos y a todas las mayores venturas para el año entrante. Mucha salud para vosotros y para todas las personas que queréis, muchísima suerte y muchísimo éxito. Que el virus malandrín os ignora o que, si no os ignora, por lo menos podáis tratarle como se merece: con vacuna y a patadas.

El año que viene, más 🙂


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