Así ven los austriacos a Van der Bellen


El presidente Van der Bellen está deshojando la margarita (me presento, no me presento, me presento…). Vamos a echar un vistazo a cómo le ven sus conciudadanos despues de un quinquenio en el cargo.

11 de Enero.- Dentro de una semana, el día 18 exactamente, Alexander Van der Bellen, presidente de EPR, cumplirá setenta y ocho años.

Desde el 26 de Enero de 2017, y tras una elección bastante accidentada, la cual fue, si bien se mira, un presagio de lo que ha sido su mandato hasta ahora, VdB es el Bundespresi de esta Bundesrepública. En el último cuarto de este año volverá a haber elecciones a la Presidencia de Austria y, hasta ahora, Van der Bellen no ha dicho si se va a volver a presentar o no.

En el caso de hacerlo, cuando jurase o prometiese su cargo, en enero del año veintitrés, Alexander Van der Bellen frisaría los ochenta y cuando acabase su segundo y último quinquenio tendría ochenta y cinco, que es más o menos la edad que ahora tiene su predecesor en el cargo, el afable Heinz Fischer, con quien pudo vérsele, en compañía de sus esposas, en el Neujahrskonzert de este año.

Un poco para entretener la espera y un poco (suponemos) para ver si el jefe del Estado austriaco se da por aludido, el periódico Der Standard, boletín oficial de la progresía de Esta Pequeña República, publica hoy una encuesta en la que se ha pedido a una muestra representativa de la población que evalúen diferentes aspectos de la personalidad de Alexander van der Bellen, el Presidente que pensó que iba a pasar a la Historia primero por la repetición de su elección (a la gente con dos dedos de frente se le ponen aún los pelos de gallina al pensar qué hubiera pasado si hubiera ganado el candidato tróspido), después, pensó que pasaría a la Historia por haber capitaneado la nave del Estado a través de la marejada del escándalo de Ibiza, luego, pensó que pasaría a la Historia por haber puesto a la primera canciller al frente del Gobierno (la canciller Cervecilla, señora que muchos añoran aún) y cuando ya pensaba que iba a estar la cosa tranquila, vino la CoVid y, con perdón, se cagó la perra. Crisis, subcrisis, revueltas, antivacunas, neonazismos, negacionismos y otras cosas de meter.

Es normal que, con este panorama, el pobre hombre se lo esté pensando tanto.

La encuesta del Standard deja a Van der Bellen en bastante buen lugar, pero es todavía más interesante porque pinta un panorama bastante exacto de lo que es la sociedad austriaca en este principio de la cuarta revolución industrial.

El 63% de los votantes austriacos vería con buenos ojos que Van der Bellen volviera a presentarse a las elecciones presidenciales. De cualquier manera, resulta muy llamativo que Van der Bellen es mucho mejor valorado por los habitantes de las ciudades y por los ciudadanos de ideas progresistas. Los votantes socialdemócratas, de los Verdes y los Neos le tienen en un altar, en tanto que los electores de extrema derecha y del partido negacionista y antivacunas MFG lo consideran (como era previsible) su bestia negra.

En general, la apreciación que sus paisanos le tienen al Bundespresi ha ido mejorando con el paso de los años. Para ser sinceros, cuando venció al hombre al que arrancaron demasiado pronto del bancal, nadie daba un duro por Alexander van der Bellen como presidente, incluyendo servidor, que le ha llamado en este blog varias veces “el profesor siesta” (Santa Lucía me conserve la vista). En la actualidad, un 52% de los votantes austriacos se muestran contentos o muy contentos con la actuación de su presidente.

Un 51% de los encuestados volvería a votar a Van der Bellen si se (re)presentase (un 33 no lo haría, y el resto no sabe o no contesta). El Bundespresi goza de un alto respaldo en las personas mayores y en los jóvenes, en tanto que la gente de edad mediana le ve con peores ojos.

Entre los “fanes” y las “fanas de Van der Bellen son mayoría las personas de un nivel educativo alto, de clase media alta  y, como decíamos más arriba, residentes en núcleos de población grandes (si Van der Bellen fuera un producto cualquiera, diríamos que tiene un “target” comercial golosón, el sueño húmedo de cualquier director de marketing, en realidad).

Llamo la atención de mis lectores sobre el negativo de esta imagen que coincide, casi punto por punto, con el prototipo de los manifestantes negacionistas de los sábados, en los que abunda gente de nivel cultural medio o bajo, de ingresos igualmente medios o bajos y, en general, de todo medio o bajo. O sea, los perdedores de la digitalización.

Como todo no han sido luces en el mandato de Van der Bellen, los encuestados valoran como discreto el papel que el Bundespresi ha realizado como representante de Austria en el Exterior (con el tomate que tenía en casa, el pobre, no estaba la cosa para andar por ahí de cenas, cumbres y canapés) y en general piensan que es un presidente para todos los austriacos.

Este servidor de todos sus lectores, aunque no puede votarle, es muy fan de Van der Bellen, quizá porque, si uno fuera presidente, es bastante probable que se fijara en cómo ha hecho Van der Bellen las cosas para hacerlas igual.

Cuando yo trabajaba en Madrid tenía una jefa (una de las primeras ingenieras de telecomunicaciones que hubo en España) que decía que “Copyright” quiere decir “Copia bien”.

En este link, la encuesta completa.

63 Prozent wünschen sich Wiederkandidatur Van der Bellens – Politische Umfragen – derStandard.at › Inland

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