Negacionismo y edredones

Los comerciantes del centro de Viena le han pedido al Gobierno que limite las manifestaciones negacionistas. Por qué no se puede y por qué es sano que no se pueda.

24 de Enero.- que los matrimonios compartan cama y cobertor es una cosa muy sana. No solo porque, como decía Antonio Gala, es la manera más fácil de poner la tentación en el sitio más apropiado para caer en ella, sino porque también es una gran lección de convivencia.

Los que duermen en el mismo colchón no tienen más remedio que llegar a consensos (la famosa misma opinión) y aprenden por las bravas que el bienestar, lo mismo que la manta o el espacio en el colchón, está presente en la vida en cantidades limitadas.

La cama matrimonial me parece una gran metáfora de la democracia, que es, ante todo, un medio de regular la convivencia.

En la mayoría de los casos, la democracia consiste en que nos toca dormir con gente cuyos hábitos u opiniones no son necesariamente compatibles con los nuestros. De manera que, como pasa con nuestro santito/a, tenemos que ceder parte de nuestro bienestar para que haya paz en casa de todos.

A lo largo de estos meses, muchos escandalizados lectores me han preguntado cómo es posible que, estando la cosa como está, no estuviera prohibido que negacionistas, antivacunas y otra gente similar, se manifestaran sin mascarilla o bailaran el cachete con cachete y pechito con pechito sin respetar la distancia de seguridad.

Mi respuesta es la misma siempre: hay una serie de acuerdos para definir aquellos rasgos sin los que una democracia no es una democracia. Uno de esos bienes superiores es el derecho a manifestación, que en las democracias como Dios manda ocupa un lugar muy superior en la jerarquía de derechos.

Las manifestaciones pueden ser muy fastidiosas. Incluso, como en este caso, pueden ser por cosas objetivamente…Bueno, ya nos entendemos todos. Pero para que una democracia sea una democracia, incluso los cenutrios tienen derecho a expresarse. Lo mismo que para que nuestra convivencia sea convivencia, nuestra pareja tiene derecho a quitarnos gran parte de la manta común en invierno o a hablar en sueños o a roncar o a despertarnos con sus pies fríos.

La esencia de las manifestaciones es ser incómodas, porque si no lo fueran o fuesen no serían manifestaciones.

La gente normal esta hasta las narices de que los negacionistas y los antivacunas se manifiesten todos los santos sábados, pero es esencial que puedan hacerlo para que Austria pueda considerarse lo que es: una democracia funcionante, y no alguna de esas exrepúblicas soviéticas gobernadas por un sátrapa en chándal.

Todo esto viene a cuento de que los comerciantes de la zona centro de esta hermosa capital que el Danubio riega con sus cantarinas aguas, han pedido que el Gobierno mande a un sitio en donde no causen molestias las manifestaciones negacionistas. Dicen los comerciantes que manifestarse una vez, santo y bueno, que dos, vaya, tiene un pase, pero que lo de la internacional cenutria son ganas de dar por saco y que se ha convertido en un vicio. Que la gente, pensando ya que se va a encontrar con gente gritona, malencarada, sin mascarillas y tal, no sale a comprar los sábados por la tarde y que peligran puestos de trabajo.

Incluso aceptando que los comerciantes tengan razón, el derecho a la libre empresa (que es el suyo) está por debajo del derecho a manifestarse, que es un derecho de oro macizo, democráticamente hablando, por lo cual la internacional cenutria, sin entrar a valorar la justeza de sus reivindicaciones debe poder seguir cortando el ring todas las semanas y reivindicando el pensamiento mágico.

Perdiendo todos, como perdemos, también, y aunque pueda parecer paradójico, ganamos un montón.

BIENVENIDOS AL MEJOR MOMENTO DE LA SEMANA
????Esta semana ha sido el «Blue Monday». Según la ciencia, el día más triste del año. Entre otras cosas porque abandonamos nuestros propósitos de Año Nuevo.
????La psicóloga Isabel Albors nos ha dado algunas pautas para que no nos rindamos tan fácilmente.
????Esta semana también se ha aprobado LA ley, esa ley. Naturalmente, hemos hablado de ella. Lo mismo que de los pasos que Austria está dando para ser más verde en el futuro. En un futuro tan cercano como 2040.
????Hemos hablado también de las lecturas de lagunos concejales (ejem) y de otras muchas cosas más. Como siempre, en La Tarde en Directo.


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