¿Cómo hubiera sido tener a Norbert Hofer como presidente de Austria? (1)

Ayer Herbert Kickl anunció que su partido presentaría su propio candidato a las elecciones presidenciales del otoño ¿Qué hubiera pasado si hubiera ganado Norbert Hofer en 2016? Un vistazo a lo que pudo ser (y afortunadamente) no fue.

NOTA PRELIMINAR: Todas las situaciones que se relatan a continuación, se produjeron de verdad. Solo se ha inventado lo justo y basándose en manifestaciones auténticas de Norbert Hofer.

En el primer Gobierno Kurz, por ejemplo, Norbert Hofer fue Ministro de Infraestructuras. Como en nuestra ficción ya estaba ocupado siendo Presidente de la República, he acudido al que hubiera sido su sustituo más plausible, Johann Gudenus.

18 de Febrero.- Viena, Diciembre de 2016. Los ojos del mundo están fijos en la capital de Austria, cosa que no es habitual, porque desde tiempo inmemorial la política austriaca es el arquetipo de lo gemütlich.

Después de una repetición de las elecciones presidenciales forzada por el tribunal constitucional austriaco, Van der Bellen,que había vencido en los primeros comicios por una mayoría muy ajustada, ha intentado validar su victoria.

No lo ha conseguido. Cariacontecido, pero con deportividad, el candidato Van der Bellen reconoce su derrota. La noticia da la vuelta al mundo. Por primera vez desde el final de la segunda guerra mundial Austria tiene un jefe de Estado que pertenece a un partido de extrema derecha.

NORBERT HOFER GANA LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES

El perfil del nuevo presidente electo de Austria corre como la pólvora por los medios del mundo. Se habla del accidente que le dejó cojo, se habla de las polémicas manifestaciones de Hofer durante la campaña electoral. De su intent de denunciar el extremism islámico citando un atentado en la explanada del templo de Jerusalem, que él dice que presenció, pero que nunca se produjo. Se habla del perfil autoritario del nuevo Presidente federal. Se habla de las relaciones de su partido, el FPÖ, con la Rusia de Putin. Los más poéticos, hablan incluso de un cambio de paradigma, de Zeitgeist. Se habla de Trump. Se habla de Bolsonaro. Se habla de Orban.

Como si quisiera desmentir todo eso, las primeras declaraciones del presidente Norbert Hofer son relativamente anodinas. Conciliador, el Presidente electo, hace un primer discurso suave, en el que no se habla por ejemplo de inmigración, ni se perfila “el nuevo estilo” de ejercer el cargo que Norbert Hofer ha anunciado insistentemente durante las confrontaciones televisivas con Alexander van der Bellen. Quien apodó a Hofer “la sonrisa del régimen” sabía lo que hacía.

Todo cambia sin embargo el 8 de Marzo de 2017, con la reacción, algunos dicen que desproporcionada, del Presidente ante un incidente en apariencia insignificante. Ese día, el experto en ideologías extremistas, Thomas Rammerstorfer, da una charla a alumnos de un instituto de Linz.

Llegados a un punto de la charla, Rammerstorfer proyecta una diapositiva en la que se habla de los Burschenschaften, organizaciones frecuentemente afines a la extrema derecha (Norbert Hofer pertenece a una), exclusivamente masculinas y con una fuerte influencia en el FPÖ.

La charla la está escuchando un chaval de apellido Haider, hijo de un diputado del FPÖ.

El chico fotografía la diapositiva, la envía por whatsapp a su padre y espera. Al poco, el padre llama enfurecido a la dirección del instituto y exige (y consigue) la interrupción inmediata de la charla, bajo la excusa de que se está adoctrinando a los chicos.

El asunto, a primera vista una tormenta en un vaso de agua, salta a los medios, que no prevén la reacción del Presidente. En una carta durísima, e inédita en la tradición de “laissez faire” de los presidentes austriacos de la segunda república, Norbert Hofer denuncia el supuesto peligro de la extrema izquierda presente en las instituciones. Citando con nombres y apellidos al infortunado experto, Rammerstorfer, le acusa de parcialidad, al no denunciar el peligro que, según él, suponen el feminismo o la llamada “ideología de género” personificada en el colectivo LGTBI, el cual quiere corromper los valores tradicionales austriacos, atacando directamente a la familia. Hofer también denuncia una supuesta “invasión” por parte de personas procedentes de Oriente Medio, los refugiados, lo que en ambientes “Trumpistas” y conspiranoicos terminará llamándose, más tarde, “la gran sustitución”.

Las reacciones a la carta del presidente, que se publica como un comunicado que lleva el membrete del Hofburg, no se hacen esperar tampoco. Diferentes colectivos, incluyendo –sorprendentemente- a la Iglesia Católica, repudian las afirmaciones del Presidente HoferEl “nuevo estilo” tan diferente de la afabilidad de Heinz Fischer, solo encuentra adeptos en el FPÖ y en sus adláteres.

EMPIEZA LA ERA KURZ

El 14 de Mayo de 2017, empieza la era Kurz.

Tanto el joven político como quienes le asesoran, saben que la relación entre socialdemócratas y conservadores, muy enrarecida, no durará mucho, y que unas elecciones que cambien las tornas del Gobierno son inminentes.

Exactamente cinco meses después, el 15 de Octubre de 2017, Sebastian Kurz se convierte en el canciller más joven de la Historia de Austria.

El presidente Hofer se apresura a felicitar a Sebastian Kurz y, en la sombra, se encarga de que se inicien lo antes posible entre el partido popular austriaco y el FPÖ. Ufano, concede una entrevista al Kronen Zeitung. En el curso de la conversación, deja claro que ha llegado el momento de que Austria se gobierne „sin tabúes” y que espera que el nuevo Gobierno se centre en “trabajar a favor de los austriacos”. Con respecto a las críticas levantadas por el asunto Hammerstorfer y su extemporánea irrupción en esa polémica, que también le ha granjeado críticas en Bruselas, Norbert Hofer deja caer que quizá Austria debiera repensar su relación con “los burócratas de Bruselas” y hace alabanzas veladas al Brexit, calificándolo de una “llamada de atención”.

Dos meses más tarde, el 16 de Diciemre de 2017, se constituye el nuevo gobierno austriaco. Heinz Christian Strache, el líder de la extrema derecho es vicecanciller. Herbert Kickl, el que pasa por ser la eminencia gris del FPÖ y artifice en la sombra del inédito triunfo de los ultraderechistas, es el Ministro del Interior. Johann Gudenus se convierte en Ministro de Infraestructuras y Harald Vilimsky pasa a ser portavoz del FPÖ.

Empezaba una nueva era para Austria 


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