Los desplazados por la guerra de Ucrania tendrán los mismos derechos en Austria que los ciudanos comunitarios. Mercado de trabajo, educación, etc. Una situación que beneficiará a las dos partes, por cierto.

11 de Marzo.- Aunque es muy lamentable que haya sido por lo que ha sido, parece bastante evidente que, en los últimos quince días (dieciséis llevamos ya de esta guerra criminal) la Unión Europea ha dado un estirón.

Es también llamativo que haya sido inmediatamente después de la que probablemente ha sido la hora más baja de la Unión hasta el momento: el Brexit.

El abandono de los socios británicos supuso la primera crisis de adolescencia de un proyecto que, hasta ese momento, solo había crecido. Probablemente, el penoso espectáculo de una Unión fracturada, en donde eran más que palpables las tensiones entre el este y el oeste (o sea, entre la parte rica y la pobre) alimentó el concepto de Putin de que bastaría un poco de presión para que la Unión se derrumbase como un castillo de naipes y se quebrase todo a la altura de la frontera con Hungría, en donde él llevaba muchos años sembrando discordia, instigando las discrepancias (que aún no han terminado, por cierto) entre el grupo de Visegrado y Bruselas.

Como digo, de momento eso no ha sucedido todavía y es de suponer que gran parte de la escenificación de poder, de seriedad y de unidad que hemos presenciado ayer y hoy en el augusto marco del Palacio de Versalles, haya sido también un aviso a navegantes.

Una manera de decirle a los miembros díscolos:

-Qué queréis ¿El partido de los piernas esos que matan niños o el de la grandeur?

Y es que hay que admitirlo: aunque ya no sean lo que eran hace cincuenta años, nadie como los franceses para hacer que un acto resulte imponente.

No es muy arriesgado decir que los europeos hemos recuperado hoy la fe en el proyecto común y que al escuchar a Ursula von der Leyen o a Emmanuel Macron, a uno le volvía el orgullo de ser ciudadano de la Unión, una de las pocas islas de libertad y laicismo que quedan en el planeta.

El principio de la refundación de la Unión Europea

Yendo a lo sustancial, los socios europeos (entre ellos Austria) han anunciado varias cosas: una nueva ola de sanciones que desconectarán todavía más a la economía rusa de la economía mundial. También han anunciado un aumento del gasto de defensa. La presidenta Von der Leyen se ha felicitado del anuncio de algunos países europeos de destinar más presupuesto a defensa (Alemania, por ejemplo) y ha anunciado más. Y ha dicho algo más, después de recalcar que Ucrania pertenece “a la familia europea” ha dicho algo que todos sabíamos también: no es inminente un ingreso de Ucrania en la Unión Europea.

Y sobre todo: la dependencia energética. El bien que va a venir después del mal. La presidenta von der Leyen ha anunciado un plan de inversión “masivo” en energías renovables. Antes de la guerra, la Unión Europea quería llegar a ser neutral en lo referido a los gases que dañan el clima para el 2040. Hoy los 27 han anunciado que para 2027, la Unión se ha puesto como objetivo ser independiente del gas, del carbón y del petróleo ruso.

Dicho esto y volviendo a Austria.

Los refugiados de la guerra de Ucrania tendrán todas las ventajas

El Gobierno austriaco, como todos los demás Gobiernos europeos, han prometido facilitar en lo posible la vida y la integración de los desplazados por la guerra de Ucrania. Un grupo de personas que crece por días y se va acercando a los dos millones y medio de personas.

De momento, la mayoría de los refugiados que llegan a Austria siguen viaje hacia otros lugares, por ejemplo Alemania e Italia, pero también hay algunos que van quedarse. Para ellos, el Gobierno austriaco ha garantizado ya los mismos derechos que para los ciudadanos de la Unión, o sea, rápidos permisos de residencia y un acceso total al mercado de trabajo austriaco.

El Gobierno facilitará que los desplazados puedan completar todos los trámites necesarios en el menor tiempo posible.

Para eso, se establecerán puntos de referencia, que serán las oficinas de integración y las oficinas del AMS (el servicio austriaco de empleo). En el Integrationsfond también se va implementar una línea telefónica informativa.

En cuanto al mercado de trabajo, los refugiados de la guerra de Ucrania podrán trabajar en Austria sin permiso de trabajo. Tendrán, eso sí, que registrarse en el Ministerio del Interior y se les harán pruebas para saber sus competencias y ver en qué sectores pueden ser empleables. Asimismo, se les facilitarán cursos de alemán para facilitarles la tarea de integración.

Naturalmente, todo esto no es caridad ni es una ayuda a fondo perdido. Tradicionalmente, Ucrania ha sido exportadora de mano de obra especializada, especialmente técnica. Especialmente Kiev pasa por ser la sala de máquinas de muchas startups europeas. En un mundo en el que el talento es tan importante, la competición para captar valioso talento italiano fresco ha empezado ya.

El Ministerio de Educación austriaco ha manifestado estar ya en negociaciones para el reconocimiento de títulos expedidos en Ucrania, para acelerar en lo posible la nostrificación.

En cuanto al acceso a la educación, los niños en edad escolar van a poder acceder rápidamente al sistema educativo austriaco, se habilitarán partidas presupuestarias para darles cursos de alemán de refuerzo, al objeto de que se integren rápidamente.

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