El presidente Van der Bellen va el primero en las encuestas de intención de voto. Ganará, si no nos escogorcia antes (el pobre).
21 de Agosto.- Es normal que, los domingos, las noticias se vuelvan más plácidas. Uno se imagina que los lectores no andan liados en asuntos de trabajo y en los tráfagos cotidianos, de manera que se inclina por contenidos pensados para ser degustados más despacio.
Por ejemplo, hoy los periódicos austriacos han ofrecido a sus lectores noticias a propósito de las intenciones de los votantes concernientes a las elecciones a la presidencia, a celebrar en octubre.
Van der Bellen, el actual presidente, es el candidato preferido por los encuestados -un sesenta por ciento-.
Eso, si no se nos descogorcia antes -Alexander, hijo, lleva cuidado-.
Según informan los medios austriacos, Alexander van der Bellen va a pasar esta noche en observación, en el hospital, después de haber sufrido una ligera conmoción cerebral tras un accidente de montaña en Gefilden am Kaunergrat.
Tras el accidente, se han personado en el lugar los Cobra (los GEOS austriacos) que le han llevado al sanatorio. El estado de Van der Bellen no reviste -gracias a Dios- gravedad. A pesar de esto, ha cancelado sus compromisos en los próximos días.
El jefe del Estado austriaco que, además, es candidato, ha cancelado sus compromisos para mañana y pasado. Tenía varias citas importantes.
Por lo demás, Van der Bellen, ha recibido numerosos mensajes deseándole una pronta recuperación, entre ellos uno de su contrincante Tassilo Wallentin (o Wassilo Tallentin) el cual, de momento, no ha conseguido los seismil avales necesarios para poder presentarse a las elecciones.
(Por cierto, en el Kronen Zeitung, periódico en donde escribe Wallentin normalmente, ha publicado un anuncio a doble página pidiendo a las personas que le den “poyamiento” a Wallentin).
Precisamente los buenos resultados de Wallentin en las encuestas parecen ser la razón de cierto nerviosismo en las filas de la ultraderecha.
Walter Rosenkranz, el candidato del FPÖ, por lo menos en público, manifiesta su fe en la victoria final, pero lo cierto es que es palpable que tiene miedo de que Wallentin le coma la merienda.
Preguntado por su baja puntuación dice que lo importante es el momento de la verdad, que las encuestas son solo fotografías de un momento concreto y que va a haber un milagro.
(Uno no puede dejar de pensar en el señor aquel del bigotito a lo Charlot en aquel búnker, pero puede ser que le esté traicionando el subconsciente).
De momento, Wallentin no iguala a Rosenkranz en intención de voto, pero el nerviosismo es palpable.
Según la encuesta más fiable, publicada al alimón por Der Standard y por Profil, Van der Bellen obtendría un 66% de los votos, en tanto que Rosenkranz sería el segundo, quedando a mucha distancia, con un 13%. Gerald Grosz, columnista del Österreich (ex político del BZÖ y polemista apto para paladares poco exigentes) tendría un 6%, empatado con Tassilo Wallentin.
Marco Pogo, del Partido de la Cerveza (Bierpartei) andaría por el cinco por ciento y Michael Brunner, el cabeza de lista del MFG, el partido antivacunas, andaría por el 3%.
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