Parlamento austriaco

El Parlamento austriaco reabre tras una restauración de 5 años

Parlamento austriaco

Tras una laboriosa restauración de cinco años, la antigua sede del Parlamento austriaco reabre en todo su esplendor.

8 de enero.- Hace algunos años, por cosas de la vida, coincidí delante de una copa de vino con un trabajador del Parlamento de Viena. Entre sorbo y sorbo, dicha persona me explicó lo que ya todo el mundo sabía, y es que la augusta e impresionante casa junto al Ring estaba en un estado no ya lamentable, sino peligroso. Que había habitaciones a las que no se podía pasar porque el estado del suelo amenazaba con provocar una desgracia y que bastaría una nevada un poco más fuerte para que se hundiera algún tejado y se produjese una catástrofe como la que dejó sin Gobierno a Polonia hace unos años.

Pues bien: ya estamos “so weit” y el Parlamento austriaco va a recuperar su antigua sede después de haber estado cinco años alojado en el Hofburg. Esta semana, más en concreto el día 12 jueves, volverá a reabrirse.

La restauración, cuya duración estaba presupuestada en tres años (2017-2020) ha durado, lógicamente, un poco más, debido a cierto virus proveniente de China.

La edificio del Parlamento fue terminado en 1883, bajo la experta dirección del arquitecto Teophil von Hansen y, como la mayoría de los edificios de la Ringstrasse es un pastiche del estilo griego clásico. Es, además, uno de los edificios más grandes del Ring, con casi 13.500 metros cuadrados de superficie habitable.

Por insistencia de la soñolienta majestad del emperador Paco Pepe, se utilizó solamente mármol austriaco, concretamente procedente de la localidad tirolesa de Laas . Lo que no se podía imaginar el penúntilmo Habsburgo reinante es que, tras su muerte, Laas se convertiría en Lasa y el territorio austriaco en territorio italiano. Una cosa tuvo buena la cuestión, y es que el mármol de Laas es menos vulnerable a la contaminación que otros, por ejemplo el de Carrara.

Von Hansen, por el mismo precio, no solo concibió el imponente edificio, sino que diseñó todos los elementos de la decoración interior, como las lámparas, los muebles y los candelabros.

Pasaron los años (y las guerras) y el Parlamento, claro, las sufrió. Los soldados soviéticos se calentaron quemando el lujoso parqué por no hablar de las bombas que golpearon el edificio. En los cincuenta, los arquitectos Max Fellerer y Eugen Wörle se encargaron de supervisar la reconstrucción. Los dos trataron de respetar el estilo original (lo decimonónico era prestigioso) pero los tiempos no estaban para tirar cohetes en lo económico, así que hicieron lo que pudieron, con lo que el deterioro continuó.

A principios de este siglo, se restauró la famosa fuente con la diosa Atenea (inaugurada en 1902) y hasta ahora.

La última restauración es una obra maestra.

100 empresas han colaborado en lavarle la cara al parlamento, rehabilitando no solo lo que ya se usaba, sino creando nuevos espacios y dotando al edificio de las últimas novedades tecnológicas.

El nuevo centro para visitantes tiene 1500 metros cuadrados con dos nuevas salas: Auditorium y Forum. 27 estaciones interactivas muestran la evolución de la democracia en Austria, desde 1848 hasta la actualidad, también con contenidos adaptados para los niños.

Estas salas se encuentran justo debajo del conocidísimo vestíbulo de columnas -cuyo parquet utilizaron los rusos para calentarse, como decía más arriba-. Para hacerlas se ha creado una estructura de acero debajo, ajustada al centímetro con el espacio existente, lo cual ha permitido derribar las antiguas bóvedas del siglo XIX y ganar todo ese espacio.

Algunas salas de la planta noble, como el salón de recepciones de los presidentes del Parlamento, han perdido la luz natural. Sobre las claraboyas se ha construido una cocina para un nuevo restaurante y una nueva cantina para los diputados y para los empleados.

La parte más pintona es una cúpula de cristal nueva, sostenida por un gran anillo de acero, dividido en cuatro tramos de 45 toneladas de peso. Para montarla, se ha traido una grúa especial de Alemania. La grúa es tan grande que el montaje había que hacerlo de noche, porque había que cortar el Ring. La cúpula de cristal mide 550 metros cuadrados. La sala histórica, que es donde se reúne el National y el Bundesrat se ha conservado igual que estaba, lo mismo que el techo de cristal de la sala de columnas.

Las arquitecturas fungibles de la Heldenplatz y del Hofburg desaparecerán próximamente y se utilizarán en otras cosas, como alojamientos provisionales en maniobras militares, por ejemplo.

 


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