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La policía detiene al responsable de dos crímenes en Viena

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Con visible alivio, la policía vienesa ha anunciado la detención del responsable de dos crímenes especialmente sórdidos perpetrados estos días.

9 de Enero.- La policía de Viena ha resuelto hoy dos crímenes que se habían perpetrado en estos primeros días del año. Dos crímenes muy sórdidos.

El día uno, los vecinos llamaron a la policía porque habían oído los gritos de un boticario jubilado de setenta y cuatro años. Al llegar a su casa, los hombres se lo encontraron muerto, salvajemente golpeado.

Se decretó secreto de sumario, lo cual, naturalmente, desató todo tipo de teorías a propósito de la naturaleza del crímen.

Hace un par de días, la policía encontró muerta a puñaladas a una mujer de poco más de treinta años en su casa. El marido hacía poco que acababa de volver de unas vacaciones en la nieve. Los policías encontraron que los dos hijos de la pareja estaban en la vivienda cuando apuñalaron a la madre. Se interrogó al padre pero se pudo ver inmediatamente que no había tenido nada que ver en el crímen.

Resultaba un misterio (resulta un misterio hoy aún) la razón por la que el asesino respetó a las dos niñas de corta edad.

Hoy, en cualquier caso, se ha sabido la identidad del criminal.

Se trata de un sintecho polaco que vive en Viena sin estar empadronado y que, por las trazas, debe de padecer alguna enfermedad mental.

Se le ha detenido porque ha vuelto a uno de los dos escenarios de sus crímenes y ha intentado forzar una casa adyacente.

Al verle, los vecinos han llamado a la policía que le ha detenido y ha contrastado su ADN con el que había dejado desperdigado por los dos escenarios de sus asesinatos, con lo cual se ha podido confirmar su identidad.

Así se ha resuelto el crimen del farmacéutico.

Parece ser que el día uno, el polaco entró a casa del occiso, le golpeó salvajemente hasta dejarlo inconsciente y luego le ató las piernas para que no pudiera escapar en el caso de que se despertara.

Después, estuvo varias horas en casa de la víctima, bebiendo alcohol. Los agentes han descartado la idea de que entrase a robar y algo después le saliese mal, porque, aunque preparó una bolsa con diferentes objetos de valor, luego la dejó tirada al marcharse.

Lo único que sí que hizo fue cambiarse los zapatos con los del muerto, que llevaba unos de una mejor calidad.

Con la joven madre, el mismo modus operandi.

Entró en la casa, la apuñaló (mientras tanto, sus hijos estaban en la vivienda) y luego se echó un par de copas de vino.

Cuando se marchó, se fue sin tocar a las criaturas.

La policía de Viena recogió muestras de ADN en las dos viviendas y los contrastaron con la base de datos de la policía alemana. En los registros, los alemanes tenían el material genético del polaco, de cincuenta años en la actualidad, que acumulaba antecedentes policiales en el país vecino, en el que había residido entre 2001 y 2018.

En Viena también había atacado a su pareja, otra sin techo como él, este año pasado. Sin embargo, no pudo ser detenido.

Durante los interrogatorios, el tipo ha estado tan agresivo que los agentes especiales han tenido que intervenir para reducirle.

Se investiga ahora si también es el responsable de los incendios provocados que se han producido estos días en la misma zona en la que se produjeron los crímenes, y también se investigará si tuvo algo que ver con un asesinato que sigue sin aclararse y cuyo modus operandi coincide con el de estos últimos.

También se le van a hacer exámenes psicológicos para determinar hasta qué punto es peligroso o si padece alguna enfermedad mental.


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