Bares para raros

Usted vende por quinientos y otro revende por cuarenta mil. Sí: esa cara se le quedó a un caballero de Baja Austria que fue a la tele.

1 de Marzo.- Uno de los programas favoritos de los que ya tenemos una cierta edad es Bares für Rares (o, como lo llama mi amigo Luis Tercero, entre los historiadores famoso en el mundo entero, “Bares para raros”).

Es más que probable que estemos hipnotizados por la simpleza de la mecánica del programa. Es tan fácil como esto: pongamos que usted tiene un chisme en casa que le dejo su tía abuela Walburga. Qué sé yo: un casco de policía de esos con pincho en la cabeza, de cuando el káiser Guillermo, o una cocinita de juguete o un pedazo de joyón que dicha tía solo se ponía en las bodas y que a usted le da dolor de cervicales. Pues usted se apunta. Si el objeto en cuestión tiene algún interés, le llaman. Usted va al estudio a por su cuarto de hora de gloria. El objeto lo examina un experto tasador (todo muy germánico) que, al mismo tiempo, cuenta la historia del chisme en cuestión (esta es la parte bonita, porque a todos nos gusta que nos cuenten cuentos). El presentador, afable, le pregunta a usted:

-¿Quiere usted vender el orinal de su abuelo Sigmund por quinientos euros?

Usted duda un poco, claro, pero al fin se decide:

-El orinal tiene un gran valor sentimental, pero me estaba ya ocupando mucho sitio en casa, así que lo vendo.

Tras esto, acude usted donde unos comerciantes que le ofrecen a usted dinero por el objeto. A veces más que el valor de la tasación, a veces menos. Usted decide si vende o no.

El propio Horst Lichter

En Alemania, el formato lleva años en antena y es probablemente la emisión favorita de la tercera edad (y mía). El presentador, Horst Lichter, ha salido cientos de veces en la portada de la revista Sueños de Suegra porque con Bares für Rares ha encontrado su lugar en el universo y hace las delicias de la audiencia.

Hace como un año, Servus TV compró los derechos del formato para producir su propia versión, o sea, “Bares para raros, Austria”. Al frente puso a Willy Gabalier (exacto: el hermano de Andreas). Willi Gabalier, siempre vestido de trachten, no tiene ni la mitad de encanto que Horst Lichter (las portadas de Sueños de Suegra no se ganan así como así) y, en general, la versión austriaca funciona como una copia B (muy B) del programa alemán, en la que se cumple el viejo adagio: “La medida del talento es ver a otro haciendo lo mismo que tú pero un poco peor” o “las cosas que parecen fáciles son en realidad las más difíciles de hacer”.

Aquí Willi, el hermano de Andreas

Hace unos meses, un caballero de Niederösterreich se presentó al programa de Servus TV con un cuadro que representaba dos conejos mordisqueando hierba en un lujuriante césped decimonónico. El experto se lo uso al hombre muy negro. El cuadro este está muy estropeado, mire qué chapuza le hicieron en la restauración…Total, que se lo tasó en quinientos euros.

El caballero, con esta orientación, fue a donde los comerciantes y se lo vendió a un anticuario vienés por seiscientos jEur.

Hasta aquí todo bien. Solo que el mismo cuadro, apenas tres semanas más tarde, fue subastado en el Dorotheum de Viena por cuarenta y tresmil machacantes (4000 jEur de valor de salida).

El hombre de Niederösterreich se sintió (lógicamente) estafado y ha demandado a la productora de “Bares para raros, versión Austria” por haberle asesorado mal. La cual, como Pilatos, se hace un enérgico lavado de manos.

La cosa es todavía más divertida si, como parece, es verdad que la ganancia de casi cuarenta y tres mil euros se la llevó el propio anticuario que compró el cuadro (él lo niega, evidentemente y aduce que vendió la obra por dos mil euros, lo cual, en cualquier caso, ya sería un piquito jugoso).

Servus TV no explica, tampoco, en qué se basa la autoridad y el “renombre” de los expertos austriacos y, aunque todo el mundo es inocente hasta que no se demuestra lo contrario, tampoco da demasiados detalles que permitan deshacerse por completo de la sospecha de que el experto y el anticuario se conchabaron para timar a un pobre caballero de Baja Austria.

Si es verdad o no, lo decidirán los tribunales.

AVISO IMPORTANTE: Por vacaciones de su autor, este blog permanecerá cerrado desde mañana día 2 hasta el próximo día 11 de Marzo.

 


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