¿Es Austria uno de los “tontos útiles” de Rusia? El jefe de la diplomacia austriaca no pudo elegir mejor día para contestar a esta pregunta.
24 de Agosto.- Ayer por la noche, el Ministro de Exteriores austriaco -y excanciller- Alexander Schallenberg, vástago de una de las familias más antiguas de Austria (de esas que perdieron el “von” cuando cayó la monarquía) estaba invitado en el Zeit Im Bild para que le entrevistara Armin Wolf.
Estas entrevistas, sobre todo si no responden a un tema de actualidad, se cierran con una cierta anterioridad. Las personas que ostentan un cargo público suelen estar muy ocupadas (incluso en verano).
Como hubiera dicho Antonio Gala (q.e.p.d.) ¡Qué ajena estaba la cabra (o sea Schallenberg) de saber que a Putin se le iba a ocurrir cargarse a su rival Prigozhin justo ayer (y justo la víspera del día de la independencia de Ucrania, que tiene miga la cosa).
Pues sí: como todo el mundo sabe a estas alturas, ayer se estrelló en la región rusa de Twer, al norte de Moscú, un jet privado en el que iban diez orc…Digoooo diez personas. Entre ellos, el propio Prigozhin, jefe del grupo de mercenarios Wagner, apodado “el cocinero del Kremlin” y su número dos y delfín. Poco más tarde, el Ministerio de Emergencias de la Federación Rusa confirmaba que, efectivamente, los ocupantes de la aeronave habían fallecido como consecuencia del trastazo y de la explosión posterior.
Como en las películas. Aquello de “Luigi, pero que parezca un accidente”.
En el ZIB, el Ministro Schallenberg se mostró bastante comedido al hablar de la cuestión. Vino a decir que no se tenían pruebas concretas a propósito de que la muerte de Prigozhin hubiera sido lo que parecía, pero que Putin no se distingue precisamente ni por su capacidad de olvido ni por su capacidad para perdonar. O sea, que si habla como un pato, huele como un pato y se mueve con un pato, es poco probable que sea un rinoceronte.
Naturalmente, le puso en bandeja a Wolf la pregunta del millón: si todo el mundo sabía ya cómo era Putin, ¿Por qué se le recibió con la alfombra roja en 2018? ¿Por qué se pidió el fin de las sanciones? Aquí el ministro dio algunas excusas algo confusas y se escudó en la neutralidad austriaca. Wolf repreguntó que cómo se podía ser neutral y el ministro respondió que Austria lo era militarmente, pero no en valores. O sea, que las lealtades están bien claras. Que, en este pleito, Austria va con Ucrania. Que, de todas maneras, hay que pensar en la paz que vendrá (si Dios quiere) y que hay que distinguir a los rusos de Putin.
Wolf hizo notar al ministro la publicación de un artículo en “The Economist” en el que se calificaba a Austria de “tonto útil” en la relación de la Unión con Rusia. Y es que, a pesar de las sanciones y de la guerra, Austria sigue comprándole a Rusia tanto gas y tanto petróleo como antes. Schalleberg no supo dar una respuesta concluyente a la cuestión.
En cualquier caso, la muerte de Prigozhin tiene algo de intranquilizador. Porque Wagner no es la única “empresa” militar que existe en Rusia. El checheno Kadyrov manda también un grupo de soldados que se venden al mejor postor y la gasística Gazprom tiene también su propio “ejército” particular. En teoría, todos luchan por los intereses de Rusia pero a lo largo de la Historia se ha demostrado que la lealtad de los mercenarios “é mobile qual piuma al vento” en todas las épocas.
En Junio de 2005, España se convirtió en el tercer país del mundo que aprobaba el matrimonio igualitario. Así fue.
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