Los hombres enferman más que las mujeres pero van menos al médico. Hay que acabar con esta perniciosa situación.
23 de Noviembre.- El machismo imperante, aunque no tanto como a las mujeres, nos perjudica también a los hombres. Nos obliga a llenar el molde de un estereotipo estúpido, el de esa criatura idiota que siempre está fuerte, siempre está lista, siempre dispuesta a la actividad sexual y es inmune a las enfermedades. Desde todas partes, empezando por esa corriente tóxica de Instagram que sacraliza el “fitness” se ejerce presión sobre nosotros para que intentemos acercarnos a ese modelo. Resultado, no solo la frustración (nadie es, gracias a Dios, así de inhumano) sino que, por vergüenza, cometemos imprudencias con nuestra salud que terminan llevándonos con paso firme al cementerio.
Datos: la esperanza de vida de una criatura con pito nacida en 2022 en Austria es de 79 años. La esperanza de vida de una criatura con vagina nacida en 2022, según Statistik Austria, 83,7. O sea, casi cinco años más.
Según un informe que se ha publicado hoy, confeccionado por la Seguridad Social Austriaca, los hombres vamos menos al médico e ignoramos sistemáticamente los chequeos preventivos, como si la enfermedad y la muerte no fueran con nosotros. Solo un doce por ciento de los varones se hicieron el año pasado un chequeo preventivo, tan importante para reconocer las enfermedades (especialmente los cánceres llamados “silenciosos”) en un estado temprano, cuando aún se pueden tratar con éxito. Como resultado, los hombres que vivimos en Austria llegamos sanos, como media, a los sesenta y tres, una edad que está por debajo de la media de la Unión.
En 2022, la seguridad social austriaca anotó 26 millones de bajas de Ciruelos en edad laboral, en tanto que el equipo de las Ciruelas 22,6. La mayoría de las bajas de los hombres se debieron a enfermedades de las vías respiratorias, sistema músculo-esquelético, tendones, heridas e intoxicaciones.
Entre los cánceres, gana el de próstata, que sigue siendo el cáncer más diagnoticado en Austria. En 2020 hubo en Austria 23.373 casos de hombres con cáncer, de los cuales más de una cuarta parte fueron de próstata.
Los médicos son muy claros: el cáncer de próstata es un cáncer frecuente, que se puede detectar a tiempo en la mayoría de los casos y, por ello, se puede tratar con eficacia.
La prevención, la detección temprana, son claves para muchas enfermedades. Ayudan a vivir más y, sobre todo, con mejor calidad de vida. Por eso, queridos AMIGOS es muy buena idea ir al médico con cierta periodicidad a partir, sobre todo, de esa edad en que empezamos a dejar de ser “irrompibles” (ejem).
Por cierto, otro factor que también explica que las mujeres vayan más al médico es que las chicas empiezan a ir al ginecóloco casi desde el principio de su vida reproductiva. Nosotros, en general, no estamos acostumbrados a ir al urólogo y muchas afecciones relacionadas con el aparato genital masculino y con la reproducción, siguen siendo todavía un tabú más molesto que otra cosa.
Termino con una anécdota histórica, en este caso relacionada con una mujer. Mariana de Austria, la pobre mujer que se tuvo que casar con su tío Carlos IV y tener la desgracia de parir a ese pobre desgraciado que fue Carlos II era una mujer tan religiosa y, por lo tanto, tan pudorosa en el mal sentido, que sentía horror a que el médico la reconociera. Aguantó terribles dolores hasta que, desesperada, no tuvo más remedio que acudir a los galenos que, sin duda posible, le diagnosticaron lo que en la época se llamaba un “zaratán”. O sea, un cáncer avanzado de pecho. Murió sin remedio.
Así que, señores, hagamos honor a “Movember” y vayamos al médico. No seamos como la reina Mariana.
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