Un incidente inaceptable, de carácter antisemita, se ha producido hoy en la Facultad de Bellas Artes de Viena.
15 de Diciembre.- Desde que el día 7 de octubre pasado terroristas de la organización islamista Hamas cruzaron la frontera de Gaza y atacaron a personas en el territorio de Israel, matando a muchas y secuestrando cruelmente a más de mil, se han desencadenado por el mundo fuerzas, muchas veces contradictorias y de signo contrario sobre las que uno tiene la sensación de que resulta muy difícil hablar con un mínimo de racionalidad. Por un lado, resulta una necesidad inapelable la condena, sin ningún tipo de atenuantes, del ataque del siete de septiembre.
Por otro, resulta también inevitable el horror ante la reacción brutal del ejército del Estado de Israel, la cual no solamente ha causado miles de muertes de personas inocentes sino también una situación humana insostenible en la franja de Gaza, que ha condenado a miles de personas al hambre, a la sed y, probablemente, a una muerte segura de aquí a no mucho tiempo.
Israel, que es la parte ganadora en este conflicto, ha insistido, desde el minuto uno, en convertir un conflicto que es, en gran medida, territorial, en un asunto religioso. De manera que cualquier crítica, por morigerada que sea, a la intervención militar, es transformada en un supuesto acto antisemita. Esta es una confusión deliberada, esgrimida por un Estado de Israel que no escucha ninguna voz sensata que implique clemencia o medida, sumido en lo que muchos ven como una borrachera nacionalista y belicista propiciada por el papel que la extrema derecha tiene en el precario Gobierno de Netanyahu.
Del otro lado, lo mismo. Cualquier crítica a Hamas es leida como una crítica a la religión islámica y como una defensa de la radical postura israelí. En toda la izquierda europea hay una inclinación propalestina que viene de los tiempos de la OLP pero que resulta hoy insostenible, al tratarse Hamas de una organización islamista radical. Quien la defiende, defiende también a los regímenes autoritarios, como el iraní, que la apoyan.
Así y todo, se ven en las manifestaciones de apoyo a Hamas y de protesta por la intervención de Israel, a personas con las ideas revueltas y banderas del arcoiris en la mano, cuando los bichos de Hamas, a lo que aspiran es a borrar a los homosexuales de la faz de la tierra.
En el marco de este caldeado ambiente, una organización de estudiantes universitarios ha publicado un vídeo de un incidente muy tenso en la „Angewandter“ (la facultad de Bellas Artes de Viena). En él se ve una concentración de apoyo a Palestina en la que una activista dice insensateces como que „hay que dejar de hablar de lo que sucedió en Israel el 7 de octubre como un ataque“.
Cuando una estudiante judía empieza a grabar con el móvil lo que sucede, un hombre se le acerca y le pide que pare de grabar. Después se pide en inglés a los estudiantes judíos que abandonen la universidad, hay forcejeos, se trata de quitarle a los estudiantes judíos los móviles,
Según esta organización de estudiantes universitarios judíos, las universidades ya no serían „un lugar seguro“ para ellos.
Como suele suceder en estos casos, los comentarios eran para todos los gustos, desde los que apoyan a los alumnos judíos a los que niegan que los activistas sean parte de ningún movimiento para la liberación de Palestina.
La facultad de Bellas artes ha salido al paso de lo sucedido, si bien no de una manera oficial.
Han reiterado que los incidentes son „inaceptables“ y que el acto, la manifestación o lo que sea „no estaba autorizada por la universidad“.
Asimismo, han repetido su condena contra los brutales atentados de Hamas del siete de octubre, así como su solidaridad (que tenemos todos, como es lógico) con las víctimas, sus parientes y los secuestrados. También su repulsa contra toda ideología totalitaria y las personas que las justifican, así como contra cualquier forma de odio.
Oskar Deutsch, el presidente de la comunidad judía austriaca, ha pedido a las autoridades que las universidades vuelvan a a ser lugares seguros para los estudiantes judíos y para todos.
Amén.
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