No es criticar, es referir

Hoy se ha presentado el informe encargado por el Gobierno sobre las lecciones que ha dejado la pandemia.

21 de Diciembre.- Una de las promesas del actual Gobierno fue la de mandar hacer un informe para “elaborar” lo sucedido durante la pandemia de CoVid-19 y ver qué lecciones se podían extraer de lo sucedido para las próximas ocasiones (que es indudable que llegarán en algún momento).

Entre abril y noviembre un equipo de expertos ha investigado en cinco áreas:

Polarización en los medios y en la sociedad

-Relación de los políticos con el conflicto producido con la vacunación obligatoria

-Relación de los políticos con el conflicto producido por la “distancia social” y el cierre de las escuelas

-Asesoría de los científicos al Gobierno

Escepticismo relacionado con la ciencia

Todos los que hemos seguido la actualidad más o menos exhaustivamente, tenemos una opinión sobre muchos de estos temas. La mía, ya la saben los lectores o se la pueden suponer, pero la repetiré.

Me parece imperdonable el uso que determinadas fuerzas políticas de extrema derecha hicieron de la supina ignorancia científica de, por lo menos, un cuarto de la población de este país.

Un uso, absolutamente irresponsable, demagógico y torcidamente partidista del hecho innegable de que convivimos con personas que han demostrado que el sistema educativo de la República de Austria es, en estos momentos, incapaz de producir en número suficiente adultos sensatos, que no crean en charlatanerías, recetas mágicas y mierdas varias relacionadas con el chamanismo, la homeopatía, los cristales de cuarzo, el magnetismo emocional, las constelaciones familiares, la alimentación alcalina, Tarzán y su puta madre que buscan piso en Alcobendas.

O, por lo menos, que tengan la suficiente humildad (una virtud muy relacionada con la inteligencia) para saber que las personas no podemos saberlo todo, y que tenemos que dejarnos aconsejar por los expertos (en este caso médicos y científicos) y no por cenutrios que no saben hacer la o con un canuto o que, en el mejor de los casos, en lo único que son expertos es en gramática parda (y sí: lo de pardo en este contexto también puede, e incluso debe, ser entendido como nazi).

Durante meses, hemos sido martilleados hasta el aburrimiento por personas de bocas tan grandes como pequeño es su cerebro, a propósito de peligros imaginarios (como el de volverse magnético cuando te vacunaban, muertes súbitas o que te inyectaran un supuesto chip).

Sobre todo por las redes sociales hemos tenido que escuchar y sufrir sus lloronas amenazas y sus gimoteantes quejas (mimimimimí) a propósito de supuestas pérdidas de libertad (que solo eran el fruto de intentos de que no se hicieran daño ellos ni le hicieran daño a nadie), sus diarreas mentales a propósito de supuestas conspiraciones de fuerzas oscuras que aspiraban al control mundial.

Ha sido una decepción completa el darse cuenta de pronto de que tantas personas a las que creíamos adultos normales y funcionantes eran en realidad imbéciles berreantes amedrentados por un pinchazo, que estaban dispuestos a tomar medicamentos para caballos o a ir a guarderías a amedrentar criaturas, antes de a escuchar voces mínimamente sensatas.

El desconocimiento, la superstición, el miedo (el trío fantástico) explotados a conciencia, han provocado en la sociedad austriaca una herida honda y probablemente irreparable, que dará como resultado que, en las próximas elecciones, gane el único partido que ha salido fortalecido de la pandemia por haberla explotado utilizando todos los trucos sucios imaginables, mientras sus dirigentes, al parecer, se vacunaban en secreto. Partido ayudado por unos altavoces mediáticos guiados solamente por el más asqueroso beneficio empresarial. Será, probablemente, una catástrofe para las personas de bien, pero para cuando la gente se dé cuenta, ya será tarde.

Volviendo al tema que nos ocupa, he aquí algunas pinceladas a propósito de las recomendaciones de los expertos que han elaborado el informe.

Ciencia: el fenómeno del escepticismo científico y de la desinformación debe ser atajado decididamente. La ciencia y la investigación deben ser comunicados y la comprensión de estos ámbitos debe ser inculcada en los escolares (aunque en un país en cuyas farmacias se venden homeopatías y yerbajos, la cosa va a estar difícil, pero bueno).

Política: se debe alentar el diálogo social y las decisiones políticas deben ser argumentadas de manera comprensible. Los órganos de decisión y asesoría deben ser transparentes, versátiles, flexibles y deben comunicar sus decisiones de manera comprensible. Los sectores implicados deben hacer atractiva la prevención de riesgos.

Medios: se debe crear confianza, buscar un pensamiento positivo -y práctico- y fomentar el diálogo. La transparencia y la credibilidad deben ser incrementados, para que suba la confianza en los medios. El periodismo debe ser constructivo y orientado a las soluciones y no fomentar el miedo con representaciones extremas de la realidad. Deben garantizar su independencia de la política.

Población: los ciudadanos deben tener un trato respetuoso los unos con los otros. Se debe fomentar la cohesión social (sé que lo anterior podría en algunos párrafos ser interpretado como una falta de respeto, pero, como dicen en Cádiz, “no es criticar, es referir”).

 

 


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