¿Son las canciones actuales peores que las de los ochenta?

Un estudio de la Universidad de Innsbruck confirma de forma científica tu intuición: las canciones son ahora más simples que hace cuarenta años.

 

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28 de Marzo.- La mayoría de las personas, cuando envejecemos, tendemos a considerar que las canciones „buenas de verdad“ son aquellas de nuestra juventud y las canciones de ahora nos parecen, en primer lugar, todas iguales y, después, peores. Esta percepción tiene una base biológica que se descubre en un periquete a poco que uno piense. Una de las fuentes de la memoria es la emoción. Tendemos a recordar más y mejor, con „más capas“ aquellas cosas que nos producen emociones, positivas o negativas. De jóvenes, de adolescentes, las emociones son mucho más intensas y, por lo tanto, los recuerdos más intensos y mejores.

Yo recuerdo la descarga de adrenalina que sentía al escuchar en la discoteca las canciones que me gustaban, y salir a la pista a darlo todo y cantando a pleno pulmón. Como le pasa a la mayoría de las personas de mi edad, el umbral para alcanzar ese nivel de felicidad ha subido mucho. También porque, como me sé muchas más canciones, me cuesta mucho encontrar alguna cosa nueva que de verdad „me haga vibrar“.

Pero ¿Y si esa percepción de que las canciones de ahora son un truño tuviera una base científica? ¿Y si fuera cuantificable?

Un estudio de la Universidad de Innsbruck, realizado sobre 12.000 canciones en inglés, de diferentes géneros publicadas entre 1980 y 2020 ha dado como resultado que la música pop se ha vuelto más simple, que se hace con un vocabulario más reducido y que que la complejidad se ha reducido, porque están hechas de fragmentos repetidos.

O sea, que la música pop ha caído en lo que yo, cuando trabajaba en la tele, llamaba “el síndrome de la señora de Cuenca”.

Esto es: cuando algún redactor iba al director de un programa y le ofrecía un tema un poco complejo, el jefe le miraba y le decía:

-Pero, vamos a ver ¿A ti te parece que eso lo entendería una señora de Cuenca?

Contrito, el redactor ponía los ojos en el suelo, y el director le decía:

-¿Ves? Pues eso. Anda, vete a hacer un top ten de longitudes de penes de famosos.

(Por si acaso las personas que me leen no se lo creen, esta escena que acabo de describir la han visto estos ojitos que se van a comer los gusanos, cuando la desaparecida revista Interviú publicó unos “robados” del conde Lecquio con el lequio al aire).

La directora del estudio ha aventurado algunas causas de este fenómeno. En primer lugar que la gente utiliza la música pop de otra manera. En general como música de fondo. Las canciones se reproducen en línea y, como la oferta es prácticamente infinita, solo tienen entre 10 y 20 segundos para convencer al oyente.

La cosa no es igual sin embargo para todos los géneros.

Por el número de reproducciones y la antigüedad de las canciones reproducidas, las personas que han hecho el estudio han deducido que los consumidores de música rock son mucho más conscientes de las letras y las “paladean” más.

Al contrario pasa con el rap, el country y el Rithm and Blues.

El estudio se ha restringido a las canciones en inglés, pero es bastante probable que, si las personas que han escrito el estudio se hubieran tenido que enfrentar al desolador panorama de la música en lengua española, les hubiera dado un parraque.

Últimamente, por ejemplo, ha sido una sorpresa (muy agradable) encontrar una canción como “Ester Expósito”, de Dani Martin. Con una letra que cuesta aprenderse porque es larga y compleja.

El equipo de la Universidad de Innsbruck han encontrado que, a falta de letras complejas, las canciones se han vuelto más emocionales y, en general, más tristes.

No es un fenómeno nuevo. En 1977 se publicó en los Estados Unidos un estudio matemático que arrojaba unas conclusiones parecidas a propósito de las canciones americanas de ese tiempo.

El estudio, en el que ha participado la profesora española Emilia Parada-Cabaleiro, se ha publicado en la revista Nature y se puede leer entero aquí.


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Comentarios

Una respuesta a «¿Son las canciones actuales peores que las de los ochenta?»

  1. Avatar de Javier
    Javier

    La Revista es Scientific Reports, que es como una version un poco mas “barata” que Nature, pero dentro de la familia de la editorial de Nature!

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