Adolfo Suárez decía que había dos formas de hacer las cosas: “fácilmente y bien”. Karl Nehammer ha actuado hoy como lo que es: un superviviente.
17 de Junio.- El canciller Nehammer ha merendado hoy sapo. El que se ha tenido que tragar al anunciar en tono serio que Leonore Gewessler había cometido el pecado más grave que puede cometer una subordinada, el de saltarse la jerarquía, pero que, por responsabilidad, no iba a romper la coalición que gobierna Austria justo ahora “en los últimos metros” (o sea, antes de las elecciones).
Adolfo Suárez, el presidente español, decía que hay siempre dos formas de hacer las cosas: “fácil o bien”. Hoy, Nehammer se ha inclinado indudablemente por no ceder a la tentación fácil (a la presión también) de mandarlo todo a la porra. Seguramente, sus asesores han evaluado las consecuencias que tendría romper la coalición y le han aconsejado no hacerlo. El resto, ha sido invocar el “no hay mal que por bien no venga” y buscar la manera de utilizar lo sucedido para sacarle ventaja.
Karl Nehammer no es un hombre de grandes profundidades intelectuales, pero es un superviviente. Lleva décadas siendo el fontanero del ÖVP y conoce desde dentro la política. Sabe que, si hubiera roto hoy la coalición le hubiera regalado unas semanas preciosas a la extrema derecha, crecida por su victoria en las europeas. Las semanas que él necesita ahora para poner en marcha la maquinaria electoral (algo achacosa) del Partido Popular austriaco.
Esa maquinaria electoral se va a cargar de combustible en el pleno del mes de julio en el cual, como suele ser habitual, se van a aprobar en batería muchísimas leyes que significarán, sobre todo, una lluvia de millones para muchas personas de las que se tiene la esperanza de que se acuerden de su benefactor a la hora de votar.
Un paquete de refuerzo económico para los municipios, un paquete para el cuidado de personas dependientes, una ley que facilite husmear en los teléfonos móviles de los delincuentes (o presuntos) y que el partido popular austriaco lleva meses intentando colar como una de sus medidas estrella en cuanto a seguridad.
Así pues, todo aconsejaba cautela.
La decisión que Nehammer ha tomado hoy, sin embargo, no significa que se hayan acabado sus problemas.
La extrema derecha ya ha anunciado que va a presentar una cuestión de confianza en el Parlamento contra Leonore Gewessler, con lo cual le va a poner en la tesitura de tener a una ministra demandada en los tribunales por prevaricación pero que va a necesitar su apoyo en el Parlamento.
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