Rusia bloquea 80 medios europeos

El Kremlin ha bloqueado la recepción de 80 medios europeos en territorio ruso. Unos cuantos austriacos y unos cuantos españoles estaban “dabei”

25 de Junio.- En la revista de mi pueblo, que se llama La Plaza, cuando yo era chico había una columna fija, la cual debía de estar escrita por alguien del ayuntamiento que tenía mano y podía meter la ídem en esta publicación municipal. Sin haberla leido nunca en profundidad, desde pequeño yo siempre le tuve muchísima manía. Supongo que porque me parecía muy reaccionaria y no entendía la comicidad del asunto, si es que tenía alguna.

Los textos estaban protagonizados por dos personajes, llamados Cirilo y Eustaquio. Cirilo era el señorito fino y presuntamente moderno (en la ilustración salía con traje y bigotillo sazatornilesco) y Eustaquio era el sano hombre del pueblo, con la boina resudada atornillada hasta la mitad de la sién.

En cada columnilla semanal mantenían un diálogo cuasi Cervantino en el que Eustaquio se escandalizaba invariablemente de la modernidad, Cirilo le decía que había que aceptar el progreso y Eustaquio terminaba demostrándole que las cosas, antes, eran una divinidad y que para qué cambiarlas.

Supongo que la columna de Cirilo y Eustaquio se terminó extinguiendo junto con la vida de su autor. Y bien extinguida estuvo. Y allá en el limbo de los personajes sin autor seguramente Cirilo y Eustaquio charlan sobre el Orgullo gay y las personas no binarias.

El otro día, sin embargo, me acordé de ellos porque en el marco de la lucha que YouTube tiene contra mi tedio, el algoritmo me ofreció una de esas peliculitas de propaganda que el Tercer Reich usaba para “educar” y amenazar a los sufridos ciudadanos. Era como una columna de Cirilo y Eustaquio pero en todavía peor.

Resulta que el campesino listo se había comprado una radio sensacional, con la que podía escuchar las emisoras extranjeras (verbigracia la BBC) y le decía al señorito fino que aquellas noticias eran las verdaderas porque de las noticias del Reich no se podía uno fiar. El señorito fino, al escuchar esto, se reía con la voz de la modernidad y le trataba de convencer al de la radio extranjera de que las noticias que se oían en las emisoras extranjeras no eran más que propaganda cochina de los enemigos del Reich, para después deslizar que simplemente por escuchar emisoras del enemigo te podía caer un castigo muy fatal (como por ejemplo el mandarte a un campo de concentración a morir de una muerte horrible).

Al final, el pobre que se había comprado la radio, se hacía a la idea y la moraleja era un poco “qué buenas son las noticias de Goebbels”.

El caso es que hoy, como “represalia” contra el Occidente perverso, el Gobierno del Kremlin ha bloqueado la recepción en territorio ruso de ochenta medios de la Unión Europea, amenazando a sus nacionales con penas de cárcel y mazmorra siberaniana si les concedían entrevistas o les ayudaban. Como el tipo de la peliculita nazi, venía a decir la voz del régimen de Moscú que los medios antes mencionados no cesan en su vesania de difundir mentiras gordas sobre la “operación militar especial” (esa matanza que todo el mundo civilizado conoce como la guerra de Ucrania) y que claro, las pobres mentes rusas, al escuchar según qué cosas, pueden llegar a conclusiones erróneas. Así que nada, que lo mejor es cortar por lo sano.

Entre los medios austriacos han caido la ORF (pérdida para los rusos, porque la tele pública austriaca es fetén) y OE24 (aquí, la verdad, los rusos han salido ganando, porque los medios del grupo de Fellner son una ñorda pinchada en un palo).

La ORF ya fue víctima de otra represalia de estas cuando, hace pocos días, los rusos echaron de Moscú a una corresponsal que se ganaba las habichuelas allí. Como es natural, los responsables de la tele pública austriaca pusieron el grito en el cielo, pero la verdad es que, visto lo visto, les sirvió de bastante poco.

Los pobres rusos tampoco podrán ver RTVE, ni consultar las noticias de la agencia EFE ni leer El País (pena) ni El Mundo (alivio para ellos).

De todas maneras, como la técnica está muy adelantada, aquellos rusos un poquito avispados sí que podrán escuchar emisoras extranjeras si utilizan una VPN. Ya lo hacen muchos, para poner en Instagram cosas y en Twitter (esa red a la que nadie llama X) también.

Lo gracioso es que burlan la prohibición los oligarcas, pero también las instituciones del Gobierno.

Hoy, después de treinta y cuatro años, Austria le ha ganado a los Países Bajos en el europeo de fútbol. Si pinchas en la imagen podrás tener una idea del ambiente que se ha vivido.


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