Las tretas de Lena Schilling

Lena Schilling lo ha vuelto a hacer, la eurodiputada verde, para evitar una demanda, ha tenido que depositar un documento ante notario.

 

LTED 07.07.2024: Hit me baby one more time

11 de Julio.- La última campaña de las elecciones europeas pasará a la pequeña historia de Austria por ser la primera vez que la extrema derecha fue la más votada (por poquito, pero la más votada) y por los dimes y diretes alrededor de la candidata (hoy eurodiputada) Lena Schilling, de los verdes.

En pleno tour de mítines, el periódico vienés Der Standard soltó la liebre: Lena Schilling, a la sazón veintitantos, con cierto parecido a la cantante alemana que ganó Eurovisión y, a priori, la imagen viva de la inocencia era, según el nutrido grupo de los que la conocían, una de esas personas que nadie quiere tener cerca. Para no decir que era una mentirosa compulsiva, decían los que la conocían que tenía una “relación peculiar con la verdad”. O sea, que de cada tres palabras que decía no se le podían creer cuatro.

El historial de trolas de Lena Schilling no tendría mayor importancia si no fuera porque la muchacha se dedicaba a destrozar reputaciones ajenas para atraer sobre sí la benevolencia del público.

Empezó acusando de acoso sexual a un periodista que había ido a cubrir un acto de los verdes. Por supuesto, el acusado era absolutamente inocente, como luego se supo, pero fue expulsado de su trabajo (suponemos que mientras Lena Schilling, hecha una Salomé, ponía ojitos de cordero degollado).

Tras eso, Lena Schilling decidió que había llegado la hora de “cantar” a propósito de su mejor amiga y de su marido, el matrimonio Bohrn-Mena. De estos dijo que él le pegaba a ella, y que, debido a las presuntas palizas (las cuales, por lo visto, nunca existieron) ella había perdido -pobrecita- el hijo que esperaba.

Con el matrimonio Bohrn-Mena, Schilling pinchó en hueso. Más que nada porque él es uno de los tertulianos habituales de los programas de Fellner. El grupo Österreich (periódico, televisión y radio) tiene una línea editorial notoriamente afín a la extrema derecha, de manera que le dieron todo el bombo posible a la historia, que terminó en demanda judicial, indemnización y retractación pública de Lena Schilling.

Y como no hay dos sin tres, hoy se ha conocido otra “Lena-aventura”.

En su camino hacia la fama, Lena Schilling decidió inventarse un romance con otra persona conocida: el presentador de las noticias Martin Thür, el cual, por supuesto, no la había visto en su vida. Ni en carne mortal ni en carne digital.

Thür, que este verano está encargado de uno de los programas más tradicionales de la ORF, las “conversaciones de verano”, se quedó de pasta de boniato cuando la gente empezó a acercársele y a preguntarle por los detalles a propósito de la relación que, según sabía (o creía saber) media Viena, había tenido con Lena Schilling.

Thür al enterarse, y para cortar por lo sano un fenómeno potencialmente muy perjudicial para su carrera, decidió poner el asunto en manos de sus abogados y amenazó a Schilling con empapelarla hasta el día del juicio final. Schilling se asustó y, según publican medios austriacos (el mismo Standard) se personó ayer en una notaría y dejó depositada una declaración en la que reconocía haberse inventado su relación con Martin Thür de cabo a rabo.

El presentador ha quedado conforme con las excusas, pero uno se pregunta cuál será la siguiente historia


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.