A partir del primero de noviembre próximo, los novios tendrán que ser mayores de edad para poder casarse.
19 de Agosto.- Queda un poquito más de un mes para que se celebren las próximas elecciones legislativas.
El Gobierno de coalición, desgastadísimo, aprovecha para poner en marcha sus últimas medidas. Hoy, por ejemplo, verdes y conservadores han llegado a un acuerdo para que el matrimonio solo sea posible en Austria a partir de los dieciocho años.
Hasta ahora, era posible casarse a partir de los dieciséis, si un tribunal declaraba a los contrayentes actos para el matrimonio (!) o con el permiso de los padres.
También han sido prohibidas diversas formas de matrimonios consanguíneos. Por ejemplo, entre tí@s y sobrin@s o entre primos.
Esta prohibición será aplicable entre parientes hasta el cuarto grado de la misma rama.
Al escribir este párrafo me doy cuenta de que, de haber existido esta ley antes, los Austrias lo hubieran tenido crudísimo para llevar a término su política matrimonial. Por poner un ejemplo, Felipe IV había comprometido a su hijo, el desdichado infante Felipe Próspero con su sobrina, Mariana de Austria (o sea, los novios eran primos). Desgraciadamente, Felipe Próspero no resultó serlo tanto y cascó antes de la boda (el angelico). Felipe IV no lo pensó mucho y se ofreció de novio sustituto. El achacoso rey de España se casó con su sobrina y, “con las últimas zurrapas seminales” (dicho por él) engendró a esa pobre ruina humana que fue Carlos II (y con él, por suerte, la dinastía hizo chimpún, porque no creo que hubiera podido la monarquía soportar más decadencia).
En cuanto a primos, sin ir más lejos Sissi y Sosó lo eran. Y las consuegras, por lo tanto, hermanas. Que sí, que todos hemos visto las pelis de Romy Schneider y nos ha costado caer en la cuenta.
Milagro fue que no les salieran los niños con cola de cerdito.
Por cierto, que por la nueva ley tampoco Sissí y Sosó se hubieran podido casar debido a la edad. La novia era menor.
En fin: el acuerdo, cuya plasmación legal entrará en vigor a más tardar el 1 de noviembre, es un esfuerzo para evitar los matrimonios forzados.
Por supuesto, cuanto menores son los contrayentes (que se lo hubieran dicho a Mariana de Austria) más probabilidad hay de que el matrimonio no sea voluntario.
Asimismo, la ministra de justicia austriaca, Alma Zadic, ha recalcado también que, con esta medida, el Gobierno austriaco es uno de los países que accede a la petición de Unicef con el objetivo de fijar en todo el mundo los dieciocho años como la edad para contraer matrimonio.
De la misma manera, se pretende también terminar con una forma de violencia hacia las mujeres que son los matrimonios por honor, de los que tanto y tanto sabemos los españoles debido a las salvajadas que documentaron en sus obras Calderón de la Barca o Lope en el siglo de oro.
Los matrimonios entre menores o parientes que se hayan celebrado en el extranjero serán sometidos a la revisión de las autoridades para que ellas diluciden si son válidos en territorio austriaco.
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