Karl Nehammer vuelve a decir que no

Karl Nehammer y Herbert Kickl se han reunido hoy. No han llegado a un acuerdo, como era previsible y Nehammer ha explicado con detalle.

 

LTeD 13.10.2024: Vorarlberg ha hablado

15 de Octubre.- El objetivo fundamental era evitar la foto. Por eso ni en el Partido Popular austriaco ni en el FPÖ se había dicho dónde se produciría el encuentro entre Herbert Kickl y Karl Nehammer, aspirante a canciller y canciller en funciones respectivamente.

En las informaciones distribuidas a la prensa se decía que las conversaciones serían „en Viena“. Poco antes de comenzar, sin embargo, trascendió el lugar: los locales del FPÖ.

Hasta allí se ha desplazado Karl Nehammer para obedecer el mandato del „Bundespresi“ de „buscar claridad“ (si es que hacía falta alguna).

No es ningún secreto que Karl Nehammer y Herbert Kickl no se pueden ni ver. De hecho, según la biografía que dos periodistas de la revista Profil publicaron hace algunos meses, Herbert Kickl es una persona extremadamente desconfiada y fría en lo personal. Una persona de muy pocos amigos. Como otros líderes de su cuerda (y no vamos a mentar la soga en casa del ahorcado) Kickl es una persona extremadamente celosa de su vida privada. Se sabe que tiene mujer y una hija, y un buen amigo que data de los tiempos del colegio. Con esto, quiero decir que es poco probable que, fuera de ese ámbito, algún ser humano le tenga simpatía a Herbert Kickl.

A la salida de la reunión, la cual ya contaba con un pronóstico poco prometedor, Karl Nehammer se ha reafirmado en lo que ya venía diciendo y ha expuesto sus argumentos para no querer formar coalición con un FPÖ dirigido por Herbert Kickl.

A pesar de que en esos argumentos, que concretaré más adelante, Karl Nehammer tenía más razón que un santo, es indudable que al hoy canciller en funciones le mueve un interés personal. Sabe que una de las maneras de que él continúe siendo canciller es que Herbert Kickl no lo sea y, por supuestísimo, va a aprovechar esa oportunidad si el destino se la brinda.

Sin decir esto, que puede suponerse todo el mundo que tenga un poco de sentido común, Karl Nehammer ha dicho que, a pesar de los intentos de Herbert Kickl de atraerle al lado oscuro, él no va a ser el que „le sujete el estribo“ a Herbert Kickl, imagen hípica esta que no necesita, creo, más explicaciones.

También ha dicho que Herbert Kickl no está preparado para tener responsabilidades de gobierno. Ni como canciller, ni como ministro.

Solo le ha hecho falta retroceder a la pandemia. Karl Nehammer ha dicho que él ha admitido todos los errores que se hubieran podido cometer en una situación tan inusual como la CoVid, pero que Herbert Kickl, con su instigación del miedo y del odio, en ningún momento se presentó con capacidad suficiente como para hacerse responsable del destino de nueve millones de personas (las austriacas y los austriacos).

También ha dicho que Herbert Kickl resulta un riesgo para la democracia y que no ha entendido que la democracia se basa en el diálogo y en las concesiones que se hacen con base en ese diálogo.

Otro aspecto que ha mencionado y que podríamos encuadrar en el capítulo “excesos verbales” es cuando Kickl afirmó que estaba escribiendo “listas de busca y captura” para el caso de que llegara a canciller (de nuevo, Dios lo evite durante muchos años).

También ha mencionado un aspecto que, al humilde juicio de quien esto escribe, invalida a Kickl completamente y a perpetuidad, para sujetar ni siquiera un clip en el Ministerio del Interior austriaco.

Me estoy refiriendo a la redada que puso patas arriba y abrió en canal el servicio secreto austriaco y que causó un enorme agujero de seguridad el cual, en última instancia, fue la causa del atentado islamista de noviembre de 2020 en el que murieron cuatro personas.

Quizá recuerde quien me esté leyendo que, debido a esta redada, los servicios secretos europeos suspendieron su colaboración con el servicio secreto austriaco, de modo que no pudieron llegar a Esta Pequeña República las advertencias.

Ha mencionado más cosas, entre ellas la querencia del FPÖ por Rusia, pero creo que con esto ya ha quedado bastante claro por dónde van los tiros (vamos, en un sentido metafórico). No ha descartado, eso sí, una coalición con el FPÖ si Herbert Kickl desapareciera del panorama. Cosa que parece que, de momento, no va a pasar.


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