Que viene el lobo (mamá)

Imagen obtenida por IA

La primera conferencia de prensa mano a mano de populares y ultras ha transcurrido sin revelaciones espectaculares.

13 de Enero.- Tres días después de que se iniciaran oficialmente las negociaciones para la formación de un nuevo gobierno en Austria, las partes han comparecido ante la prensa. La imagen recordaba un poco a aquellas comparecencias de prensa en las que, con precisión marcial, comparecían Strache y Kurz o, siendo justos, a las citas periódicas durante la pandemia en donde todo quisque se quitaba la mascarilla al mismo tiempo, en un concertado ballet de gestos.

Hoy, querían los comparecientes explicar en dónde están las negociaciones, en el marco de una “nueva transparencia” (Neue Ehrlichkeit) anunciada por el líder de los ultras. La verdad es que la nueva transparencia se ha quedado un poco en nada. Los negociadores solo tenían en realidad una cosa que anunciar y es que se han puesto de acuerdo en ahorrar los seis millardos de Euros que hay que ahorrar para que la Unión Europea no sancione a Austria por incumplir los objetivos de déficit y que van a hacerlo sin poner ningún impuesto adicional (como luego veremos no es del todo cierto).

O sea, a base de recortes.

Después de declarar en el estilo chulesco que nos tiene acostumbrados que “ha hecho en tres días lo que los otros no pudieron hacer en tres meses”, Kickl no ha tenido más remedio que admitir que no sabe demasiado cómo se va a reducir el gasto ni de qué partidas en concreto.

En informaciones facilitadas a la prensa, el Partido Popular austriaco (ÖVP) y la extrema derecha han presentado este esbozo (esbocillo) de plan de ahorro.

  • En el aparato ministerial de Austria 1.100 millones de euros
  • En reformas que aumenten la eficiencia 240 millones de euros
  • En reducciones de subvenciones 3,18 millones de euros
  • En ajustes del sistema impositivo 920 millones de euros
  • Otras medidas (por ejemplo, reducción de la Radiotelevisión pública) 950 millones de euros

Todo lo cual hace un total de 6.390 millones de Euros.

El objetivo es presentar un plan de ahorro antes del día 21 de enero, para evitar que Austria entre dentro del grupo de los países problemáticos de la Unión.

Tanto Kickl como Stocker han adelantado ya dos cosas: en primer lugar, que el Klimabonus va a ser derogado (o sea, ese dinero que recibimos todos, por los impuestos que pagamos por los carburantes, con lo cual va a haber una subida indirecta de los impuestos) y que la Bildungskarenz, o sea, la subvención a la formación también va a ser modificada porque “no nos la podemos permitir”.

Del resto…Pues no se sabe muy bien, aunque es bastante probable que los recortes recaigan sobre todo en el sistema social y, muy probablemente, en los ciudadanos extranjeros que viven en Austria.

En cualquier caso, y siempre según Kickl, los ahorros estrictos se limitarán, de momento, al año 2025 y a partir de 2026 “habrá más oportunidad para las inversiones”. Partido Popular y ultras tienen previsto un marco presupuestario a siete años vista.


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