
En el curso de una operación conjunta de las policías austriacas y eslovacas ha sido desarticulada una red de criminales que delinquían contra la comunidad LGTBIQ+
21 de marzo.- hace algunos días, el gobierno húngaro emitió una ley que ponía las bases para la prohibición de la celebración de la manifestación reivindicativa que, cada año, aboga por los derechos de la comunidad LGTBIQ+. Como ha sucedido antes, el Gobierno húngaro se amparaba en una supuesta “protección de la infancia”, argumento que ya se ha utilizado antes para obligar a que los libros que presenten bajo una luz favorable la homosexualidad, como el cómic, blanco e inofensivo por lo demás, Heartstopper, tenga que ser vendido en una bolsa cerrada y opaca.
El Gobierno húngaro utiliza una supuesta relación entre homosexualidad y pedofilia para perpetrar lo que a todas luces es, no solo una atrocidad, sino una atrocidad que va en contra de la legislación comunitaria.
Hoy, en una operación conjunta entre las policías austriaca y eslovaca, se ha detenido a 15 indeseables (12 “indeseablos” y 3 “indeseablas”) próximos a ambientes neonazis y ultras que formaban una red que se dedicaba a chantajear, robar y humillar a homosexuales. Las personas detenidas tenían (tienen) entre 14 y 26 años. Once son ciudadanos austriacos. Uno rumano, uno croata, un alemán y un eslovaco.
El procedimiento era el siguiente: los mierdas en cuestión se hacían cuentas falsas en webs de contactos, con las que atraían a personas inocentes, a las que citaban en lugares apartados.
Una vez llegados a estos lugares, los pobres no encontraban al ligue que esperaban, sino a seis o siete encapuchados que les pegaban, les robaban y les humillaban mientras grababan las agresiones en video. Agresiones que luego colgaban en foros de Telegram que contaban con sus propios “administradores”.
Los delincuentes decían estar retirando de la circulación a supuestos “pederastas”. No había tal, por supuesto.
Como era de esperar con gente de esta calaña, durante las detenciones la policía se ha incautado de armas y de diversa parafernalia nazi.
La policía austriaca ha explicado, en sendos comunicados que los criminales se hacían cada vez más brutales conforme iban atacando a más personas y que incluso, en uno de los casos, hubo hasta un intento de asesinato.
Son seguidores de una tendencia en internet, los “Pedo Hunters”, o “cazadores de pedófilos”.
Los medios austriacos han explicado algunas de las humillaciones a las que los hijos de puta estos han sometido a sus víctimas, pero yo no voy a reproducirlas porque ya el asunto es suficientemente asqueroso.
La comunidad LGTBIQ+ es blanco favorito de los grupos ultras , como los tristemente famosos “identitarios”, así como del FPÖ, el partido austriaco que les da cobijo y que ha estado a punto de entrar en el Gobierno.
En los grupos de Telegram circulan imágenes de estos residuos tóxicos en las que, en general, van vestidos como los skinheads de los noventa. O sea, cabeza rapada y ropa militar (ignoran que, antes de servir a sus siniestros fines, la moda “skinhead” fue inventada por los homosexuales).
Las investigaciones que han dado como fruto la detención de estos indeseables empezaron en la primavera pasada en Graz, en donde se detectaron robos que no tenían nada que ver con la delincuencia común y, por su ensañamiento, entraban dentro de los delitos de odio.
De momento la policía ha encontrado a 17 víctimas, pero se espera que el número de personas afectadas se amplíe. La policía austriaca, de hecho, les ha animado a denunciar.
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