
Va a haber un ser humano controlando que no pase nada, dicen, pero siempre queda la duda…
4 de Agosto.- De momento, no se ha podido plantear la duda, pero por si acaso ya digo que este texto, lo mismo que los varios miles anteriores que se han publicado en esta página son de mi autoría y están escritos sin ayuda de la inteligencia artificial.
Es una cuestión de principios, pero también es una cuestión de higiene y de salud mental.
Según estudios realizados ad hoc (y a toda prisa, dado que la inteligencia artificial es una cosa de ayer por la tarde) confiar demasiado en la automatización nos vuelve más tontos. Ya lo decía un profesor mío, parafraseando al filósofo, que el hombre “es un animal vago por naturaleza”. Y la pereza es la madre de todos los vicios. Por eso, aunque el tema sea complicado y las ganas, en algún momento, cortas, mientras Dios me dé salud los lectores de Viena Directo pueden estar seguros de que es una “presona” humana la que les escribe todos los días.
Lo cual no quiere decir que no utilice el contenido generado artificialmente para otras cosas, porque creo que, en ciertos casos, el contenido producido a máquina aumenta lo que podríamos llamar la calidad de la experiencia de Viena Directo.
De momento, estos contenidos están presentes (y siempre identificados como tales) en dos aspectos:
–Ilustraciones: bajo todas las fotos (o, a veces, en las fotos mismas) generadas artificialmente está escrito “imagen falsa generada por IA”
–Podcast generados automáticamente: como una especie de “para saber más”. Están agrupados en una lista en el canal de YouTube de Viena Directo que se llama “los automáticos de Viena Directo” (perdón, no andaba muy inspirado ese día) y están generados por una aplicación de Google que se llama Notebook LM, que es un primor.
Hasta hace nada, los contenidos generados por inteligencia artificial eran un tabú en los contextos profesionales, pero va a dejar de ser así de manera veloz, principalmente porque ahorra cantidades astronómicas de dinero. Por ejemplo, sin necesidad de mandar a un equipo a escenarios naturales para hacer un reportaje fotográfico, la revista Vogue (edición francesa) ha publicado su primera portada elaborada con inteligencia artificial. Una modelo preciosa y maravillosa, perfecta y creíble hasta el último detalle. Con esto, Vogue se acaba de cepillar a cientos de profesionales que, hasta ayer, estaban entre los mejor pagados de la industria, como son los fotógrafos (con todo lo que les cuelga, como por ejemplo las empresas que alquilan el equipo necesario), maquillador@s y estilistas.
Servus TV, la televisión privada favorita de todos los que creen que el matrimonio es una cosa exclusiva entre un hombre y una mujer, los soldados israelíes son una gente fantástica y Putin un caballero más santo que Fray Escoba, también ha empezado a aplicar la inteligencia artificial en un formato sobre tecnología. El presentador es un avatar modelado sobre una persona real y todos los contenidos serán generados sin intervención humana. La cadena insiste en que habrá personas controlando la calidad de los productos de la maquinita.
Esta insistencia en que habrá un ser humano controlando es un poco como cuando se insiste en que los coches que conducen solos deben llevar siempre un bípedo implume con carné al volante. O sea, un requisito transitorio.
Bienvenidos al futuro.
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