Turbofolk

España ha anunciado oficialmente que, si Israel participa en Eurovisión, se retirará del concurso. Eso sí, si Israel se marcha, le queda una alternativa.

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17 de Septiembre.- El genocidio que, en estos momentos, está cometiendo el ejército israelí en Gaza (parece que a la comunidad internacional le está costando un poquito hacerse a la idea) de momento solo ha producido sanciones a un nivel simbólico. Hoy mismo, la Comisión Europea ha hecho propósito de imponer sanciones comerciales al Estado de Israel, en forma de reducción de ventajas comerciales y aumento de los aranceles, pero es probable que la cosa se quede en nada, dado que por ejemplo Alemania sigue manteniendo su postura de siempre con respecto al Estado de Israel.

De todas formas, ya son cinco los participantes en el festival de Eurovisión (un elemento de un peso simbólico enorme, que se ve a escala planetaria) los que han anunciado que, si Israel envía a un artista, ellos no enviarán a nadie. España, incluso, ha llegado más lejos y ha dicho que si Israel participa no retransmitirá el festival.

Según parece, Francia y el Reino Unido, otros dos de los “big five”, también están pensando retirarse en el caso de que Israel no abandone voluntariamente.

En el caso de que Israel quisiera retirarse, su televisión podría enviar representante o “representanta” a un festival que parece hecho a su medida: Intervisión, cuya final se celebra este sábado en Moscú y en cuya nómina de participantes está lo mejorcito de cada casa.

El festival de Intervisión, una vieja reliquia soviética, fue resucitado por Vladímir Vladimiróvich en febrero pasado, al objeto de intentar que Rusia vuelva a ocupar un espacio en los eventos internacionales que empezó a escasear a partir de la invasión rusa de Ucrania, hace casi tres años. Y, por qué no, de darle a los rusos un sustituto de la Eurovisión de verdad, que era un evento muy popular en la Federación Rusa. Sobre todo desde que en 2008 ganó Dima Bilan y el festival se celebró en Moscú.

Ahora, Bilan se ha reciclado en “embajador” de Intervisión.

A la fuerza ahorcan, supongo.

Intervisión se anuncia como un festival “sin censura y sin perversiones”, eslogan que, si bien se mira, es un poquito contradictorio. A no ser claro que uno piense en clave autoritaria, en cuyo caso se comprende todo.

Si se mira la cosa con un poquito más de atención se ve claramente que lo de la censura es porque nadie te va a llamar la atención en Intervisión si tu país es una dictadura sanguinaria que envenena con Novichok a los opositores o un país cuyo ejército despanzurra pobres niños gazatíes todos los días (y adultos también, desgraciadamente). Lo de las perversiones, está claro. Fundamentalmente porque el mismo ministro ruso de exteriores ha dicho que en Intervisión no van a cantar mujeres con barbas ni otras personas “que hayan modificado su cuerpo”.

O sea, que como dijo aquella, no se van a mezclar peras con manzanas.

O sea, tres horas de danzas regionales y turbofolk.

Un planazo para el sábado por la tarde.

Para muestra: defendiendo el pabellón del país organizador estará un tipo llamado Jaroslav Dronov, cuyo nombre de guerra es Shaman, famoso por sus soflamas ultranacionalistas. No le falta un perejil. Su canción “Soy ruso” es parte de la “educación patriótica” en las escuelas de Rusia y otro de sus “síngues” se llama “Mi lucha”. Cuando interpreta esta tonadilla, Shaman, que pasa por ser uno de los cantantes favoritos de Putin, sale al escenario llevando ropa militar.

El único país que le pone una vela al Dios de la UER y al diablo de Intervisión es Serbia. El resto de participantes, hasta veinte, son entre otros Sudáfrica, Cuba, Egipto o la India. También, por cierto, va a cantar un artista estadounidense aunque se supone que lo hace “a título personal”.

Este es un punto un poco ambíguo de toda esta cuestión.

A diferencia del futuro festival de Eurovisión de Viena, si es que llega a celebrarse, en donde todos los cantantes vienen representando a sus televisiones, no se sabe cómo de oficial es la participación de los representantes de los diferentes países en su gemelo ex soviético.

Por lo demás, en Intervisión será un jurado el que decida quién gana, porque estamos en un evento autoritario en donde la democracia tiene muy mala reputación.