Violencia étnica

30 de Noviembre.- Una de nuestras costumbres familiares más arraigadas es la de contarnos los sueños. Mi abuela, que dormía en incómodos plazos, como todos los ancianos, siempre se levantaba contando que, a pesar de todo, le había dado tiempo a soñar con un cerro de gente. Que si con su padre, que si con su madre, que si con cierta vecina de su pueblo.
Freud decía que una de las funciones de los sueños es compensarnos de las frustraciones de la vigilia. Sospecho que mi abuela era una mujer que se aferraba tanto a nosotros porque se sentía muy sola y quizá por eso soñaba con sus vecinas como yo a veces sueño que hablo con amigos míos que están lejos.
Todas las mañanas (y ahora por teléfono o por e-mail) hacíamos recuento de nuestros sueños delante del café con leche que desayunaba toda la familia. Mi abuela aportaba las sombras del pasado y mi madre los sueños codificados.
O sea, que si alguno decía:
Pues esta noche he soñado que en la calle Real había una inundación –y se lanzaba a contar los detalles remebundos, mi madre le cortaba instantáneamente:
Pero ¿El agua, estaba clara o turbia?
Pensabas un poco:
-¿Turbia es con barro?
Claro.
-Sí.
-Pues entonces eso son lágrimas.

Había también sueños que no eran fáciles de interpretar. Había que poner en marcha entonces al resto de la familia. Uno de los sueños que provocaba más controversia era cuando veías que se te caían los dientes. Mi madre entonces llamaba a mi otra abuela o a alguna de mis tías.
El Francis ha soñado esta noche que se le caían los dientes.
-¿Pero los dientes o las muelas?
-Chica, no sé ¡Francis!
-Qué mama.
-Que dice tu tía que si se te caían los dientes o las muelas.
-Pues no sé.
-Que no lo sabe.
-Es igual. Eso es una cuestión de dinero. Soñar que se te caen los dientes es perder dinero.

Y una vez escuchado el veredicto nos poníamos a pensar cómo diablos yo, que cobraba cuatrocientas pesetas por las clases particulares que daba, podía perder dinero ¿Alguna devaluación súbita? ¿Alguna iluminación repentina que convirtiera a mis alumnos en repelentes niños Vicente?
Nuestra vida se hizo más cómoda a partir del año 2001, porque esa navidad, con las postales gratuitas de una ONG nos vino un librillo azul con el horóscopo azteca y, de propina, una interpretación de los sueños más frecuentes, listados por orden alfabético. Aquel librito pasaba todas las mañanas de mano en mano y terminó sobadísimo y descolorido. Estaba (y aún estará) en la estantería de mi habitación, al lado de los cuadernos en los que llevaba mis diarios.
No creo desvelar detalles íntimos si digo que, además, cada uno teníamos nuestro estilo de soñar. Era muy normal que mi hermano,con el que he compartido dormitorio durante toda nuestra infancia y adolescencia, estallase en carcajadas a mitad de la noche. O que mi madre tuviera (y tenga) apocalípticas pesadillas (siempre en blanco y negro) que nos despertaban a todos a las cuatro de la mañana.
Es famosa una noche en que mi padre la despertó a mitad de un sueño que la hacía llorar a gritos.
-¡Niña, niña! ¿Qué te pasa?

Y mi madre, llorando aún:
Que me está pegando un gitano, hijo.
Las cuatro eran, pero nos entró a todos una risa, a ella la primera, que aún nos dura.

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Comentarios

6 respuestas a «»

  1. Avatar de Anonymous
    Anonymous

    Sueño absurdo: un dia soñe que me enjabonaba el pelo y sabeis como me lo enjuagaba? metia la cabeza en el wc y tiraba de la cadena

  2. Avatar de amelche

    Mi padre sueña que le roban y empieza a pegar gritos hasta que mi madre lo despierta. Yo sueño que estoy dando clase.

  3. Avatar de JOAKO

    ¡Que bueno!Me recuerda cuando “la caravana de gitanos de Melquiades vino al pueblo y nos enseño el hielo”, ese realismo mágico que no puede emanar de ningún otro sitio que de nuestros abuelos.

  4. Avatar de Marona

    Siempre que sueño que se me caen los dientes me despierto aterrada porque una vez me dijeron que si eso pasaba es que alguien cercano iba a morir. No siempre recuerdo lo que sueño, hoy sí que lo recuerdo, era un sueño angustioso y estaba pensando en ello cuando he pasado por aquí y me encuentro con tu post. ¿Coincidencia? 😉 jejejeje¡Besos!

  5. Avatar de Te de llimona

    La vida es sueño y los sueños sueños son… jejeje… Hace tiempo que no recuerdo lo que sueño, eso es malo, ¿verdad? Hoy, cuando me he levantado, he pensado que me había pasado la noche soñando, pero no me acuerdo con qué… Es apasionante ese mundo del subconsciente. Dicen que está bien hacerlo consciente, que tengas una libreta al lado de la cama para apuntar los sueños que tienes, recién levantado/a. También pensaba como Marona, que cuando soñabas que se te caen los dientes, es que alguien cercano se va a morir… No sé si es cierto o no, pero si alguna vez he soñado eso, me ha entrado un mal rollo… Que tengas buen lunes!

  6. Avatar de Paco Bernal

    Hola a todos:Gracias por vuestros comentarios y perdón por haberme retrasado un poco en contestarlos.A Anónimo: los sueños no son absurdos, lo que pasa es que tienen una lógica que se nos escapa cuando estamos despiertos. Pero, ¿A que cuando en el sueño metías la cabeza en el water no te extrañaba nada? En fin…Mientras no hagas esas cosas en la vida real, no hay problema jajaja.A Amelche: yo depende de mi trabajo sueño mucho con él. Sobre todo cuando hay alguna cosa repetitiva tipo listas y cosas de esas. Pero las de mi madre son antológicas. Además siempre sobre la misma hora de la noche, es curioso.A Joako: !Ay Aureliano Buendía y el pelotón de fusilamiento! 🙂 Y de los abuelos surrealistas, yo no he empezado todavía a contar aquí. Sería materia para otro blog. Y tampoco sé si hacerlo porque no me iba a creer nadie jajaja. Un abrazo, compañero.A Mar: la mayoría de los sueños que se relacionan con la muerte no tienen nada que ver con que nadie se vaya a morir,sino con que va a haber cambios. La muerte es muy simbólica, y está muy relacionada con la idea del renacimiento también. Un besote, guapa 🙂a Te de llimona: no fue malo el lunes jejeje. Y a los sueños no hay que tenerles miedo, sino intentar ver lo que nos están diciendo. Yo no creo en el lenguaje de los sueños por el libro azteca, sino que me parece que tenemos cada uno la clave en nuestras experiencias de la vigilia.Saludetes a todos

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