Y volver, volver, volver (a Viena)
Emigrar es aceptar que no se puede tener todo. Reirse y llorar. Como la vida misma.
Emigrar es aceptar que no se puede tener todo. Reirse y llorar. Como la vida misma.
Está científicamente comprobado que el tío Paco mola en cantidades industriales y que tiene un maletín de trucos prácticamente inagotable.
24 de Enero.- En persona sólo la he visto una vez, muy fugazmente. Era una tarde de primavera, marzo o abril, y yo iba camino de la academia de inglés (con el tiempo justo, como siempre). Debía de ser el … Siga leyendo
Un abanico rojo, como el que hace un modesto papel en nuestra historia 17 de Enero.- La segunda hermana era muy diferente. Era una pobre mujer que disponía del mínimo imprescindible de inteligencia para funcionar por este mundo. Adolecía de … Siga leyendo
16 de Enero.- Cada vez que lo digo, mi primo N. me mira espantado pero, entre nosotros, hay veces que echo de menos aquellos primeros tiempos (finales de 2005, albores de 2006) que yo pasé en este país. Todo era … Siga leyendo
La eternidad posible 8 de Diciembre.- Soy un infatigable lector de memorias y biografías. Con los años, he llegado a la conclusión de que muy pocas ficciones se pueden igualar a una vida bien contada (aunque habría que hablar mucho … Siga leyendo
Violencia étnica 30 de Noviembre.- Una de nuestras costumbres familiares más arraigadas es la de contarnos los sueños. Mi abuela, que dormía en incómodos plazos, como todos los ancianos, siempre se levantaba contando que, a pesar de todo, le había … Siga leyendo