Situado en el distrito 7, el mercadillo de Spittelberg es uno de los de más sabor de Viena, quizá porque está también en el barrio en donde viven todos los artistas y los “moelnos”. En el mercadillo de adviento de Spittelberg se puede decir que el lado más tradicional y más gemütlich de Viena meets lo que esta ciudad tiene de berlinés.
Como en todos los mercadillos de navidad vieneses, uno puede machacarse el hígado a placer, pero en este parece que el vino es menos Don Simón y que los ponches tienen siempre un ingrediente exótico que los diferencia del matarratas dulce (con perdón) que ponen en otros mercados más masificados, como el de Rathausplatz.
Por supuesto, uno puede comprar regalos finos, también su poquito exóticos, siempre fabricados con ingredientes naturales, sin utilización de mano de obra esclava, confeccionados con materias primas obtenidas por medio del comercio justo (aunque, como casi siempre, esta sostenibilidad y esta ecología y esta responsabilidad social sean un poquito trola para tranquilizarse uno la conciencia mientras uno se baja cosas de la burra o se gasta dosmil euros en un ordenador de Apple producido en condiciones inhumanas).
Cómo llegar: lo más fácil es la U3 hasta Neubaugasse (la salida del Peek&Cloppenburg). También es muy fácil llegar desde U2 Burgteather.
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