Mañana, como todos los años, se celebrará el controvertido Akademiker Ball antes conocido como Wiener Korporationsball o también como el baile de los Burschenschafter o Männerbunde. El caso es que, todos los años, con ocasión de este baile, el centro de Viena (el area del Hofburg) se convierte en un gigantesco ring de boxeo en el que se colocan dos grupos de mastuerzos frente a frente. De un lado, los ultraderechistas que van al baile vestidos de ultraderechistas. Del otro, los ultraizquierdistas que van a abuchearles y a tirarles cosas vestidos de ultraizquierdistas.
Este año, y de ahí este Viena a las tres, la policía vienesa, siguiendo, según parece, informaciones de sus colegas alemanes, va a desplegarse en un dispositivo especial por la zona del Hofburg y aledaños (más de 2000 agentes) y en los distritos interiores, aquellos que quedan dentro del Ring, va a reinar la prohibición de ir con la cara tapada entre las cinco de la tarde del viernes y las tres de la madrugada del sábado. Todo esto porque se espera la llegada de indivíduos violentos antisistema desde Alemania, los cuales parece que vendrán a reforzar a la cantera local.
En declaraciones a los medios, los portavoces de la policía vienesa han descartado que vayan a parar a la gente “normal” que vaya por una zona tan turística con sus gorros y bufandas normales pero cualquiera sabe. Yo, personalmente, aconsejo a mis lectores que no quieran ser presa de emociones fuertes (para las que esta ciudad no está preparada) que se abstengan de pasear por el distrito uno el viernes por la tarde. Hay muchos días para hacer turismo y, además, aparte de las manifas antifas y neonancis, parece ser que va a hacer una tarde de perros.
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