Herr Ehrenhausen se marca “un Panero”

HofburgHerr Ehrenhausen, cabeza de cartel de la coalición Europa Anders, abandonó un plató de la ORF para dormir al raso.

14 de Abril.- Antes de empezar con el artículo de hoy, quisiera pedir disculpas. Efectivamente, como me han indicado varios de esos lectores que, definitivamente, no me merezco, ayer metí la pata hasta el corvejón: el ganador de la maratón de ayer, día 13, no fue un natural de Kenia (marco-incomparable-de-belleza-sin-igual) sino un veloz etíope.

Como decía aquel portavoz gubernamental son “los riegos” del “direto”.

El político: ese ser

Dicho esto, me pongo reflexivo y digo ¡Ah, el ser humano! Y más en concreto ¡Ah, el político! Ese ser sujeto a contradicciones. Por ejemplo, la de presentarse a un cargo –el de eurodiputado– en una institución de la que abomina –el Parlamento Europeo de Bruselas– y con el propósito declarado de cepillarse la cámara en la que se va a sentar.

Es como si yo, un poner, me hiciera del club de fans de…Pongamos de Justino Biberio, me comprase una camiseta de Justino Biberio en la que él saliese con su carita de niña, me gastase varios cienes de laureles en entradas de primera fila para conciertos en toda su gira “Justino Biberio Mariconchi´s European Tour” y luego,  le esperase a la salida de artistas, y le dijera:

-Justino, tú ni cantas ni ná. Y aún te digo más: tu música, si es que es música ese playback que haces, no es ni más ni menos que un zurullo pinchao en un palo.

¿Qué pensarían los otros “fanes”  y las otras “fanas” de Justino? Es más ¿No me prepararían mis familiares más cercanos un billete directo al frenopático más próximo?

Pues no, señora: esto solo pasa con las personas normales. A los políticos, les permitimos estas cosas de decir hoy una cosa y mañana la contraria y, es más, con aquellos que consiguen que nos suba la bilirrubina, nos pasa como con esos encoñamientos de adolescencia de tan agridulce recuerdo: ya nos pueden echar a los ojos “un puñao de arena”, “matarnos de pena” o lo que quieran que, a nosotros, como decía una maestra de matemáticas muy salada que yo tuve, nos es totalmente inverosímil y seguimos queriéndoles igual.

Herr Ehrenhausen se hace “un Panero”

Este fin de semana pasada, la ORF, en su función de tele pública, invitó a sus platós a aquellos partidos (más que partidos habría que llamarles pachanguillas) que, a pesar de haber conseguido las suficientes firmas como para presentarse a estos comicios europeos, van a tener pocas oportunidades o ninguna de conseguir un resultado jugoso.

Comparecieron en la ronda Martin Ehrenhausen, de Europa Anders (una amalgama entre los Comunistas Austriacos y el Partido Pirata –de los clics-), el señor Ewald Stadler, ex FPÖ, ex BZÖ y fundador de los llamados ReKos (Reformistas-conservadores) que son un partido que, por lo visto, es muy partidario de volver al Concilio de Trento –o sea, terminar con lo que en los medios neonancis se llama “Eurosodoma”, volver a la Sagrada Familia del Pajarito, al “sistema de valores cristiano”, a la “cristianización de occidente” y a todas esas cosas que, por suerte, llevan más de doscientos años en el lugar adecuado-. El tercero era un señor llamado Robert Marschall, de un partido que propugna la salida de Austria de la Unión Europea –Herr Marschall, parece ser, es un poquito “xenofogo” y los extranjeros no le caemos bien-. Cerraba la ronda Angelika Werthmann, la candidata del casi extinto BZÖ, el partido fundado por Jörg Haider. No hay más que ver la trayectoria de la señora Werthmann para saber que, más que conservadora, es Marxista –pero mucho mucho, más de Groucho, no de Carlos, por aquello de “estos son mis principios, si no le gusta los cambio por otros”-. Werthmann intentó primero acercarse a los Neos –esos verdes de derechas, como hemos dicho ya- y, cuando los Neos le dijeron que Angelika ya te vale, Werthmann decidió que, en el BZÖ, como no están para muchas melindres, la aceptarían sin mayor problema.

Así ha sido, y hoy Werthmann ocupa el lugar de la hija de Haider.

Pues bien: di que empezó tan picante ronda de líderes de minúscula importancia y, para que los espectadores se situasen, dio paso el presentador a los diferentes políticos, al objeto de que diesen una visión global de su programa.

Empezó el representante de Europa Anders, o sea, Herr Ehrenhausen, con un discurso que no dejó títere con cabeza. Que si la ayuda bancaria, que si el déficit de democracia, que si el deterioro de la situación de las clases más humildes, que si el neoliberalismo. En fin, agravios todos con los que todos estamos familiarizados (en muchos casos, por sufrirlos en nuestras propias “cannes”). Lo que no estaba previsto es lo que sucedió después. Pasada esta soflama y cuando los otros políticos se disponían a cantarle las cuarenta por soleares, Herr Ehrenhausen se hizo “un Panero” y abandonó el plató. Pero no “para mear”, como hizo el gran poeta recientemente fallecido en una emisión dirigida por Sánchez Dragó, sino de manera definitiva, dejando a los otros candidatos con tres palmos de napias ¿Y dónde se fue? Pues esto también es la comidilla.

Herr Ehrenhausen se plantificó delante de la oficina del Presidente de EPR, en la Ballhausplatz, y allí ha pasado la noche, y aún continúa, protestando, particularmente por la operacion de salvamento que la República Austriaca lleva a cabo con el Hypo-Alpe-Adria.

Los parroquianos de Europa Anders se encuentran, como diría Maria José Cantudo, “perplehos”. No saben si lo de Ehrenhausen ha sido una demostración de poderío antisistema o una genial estrategia de marketing electoral. Porque lo que debatieron los otros, quizá por previsible, no ha merecido mayor comentario, en tanto que todo el mundo habla de la silla vacía de Ehrenhausen en ese plató que podría ser el salón de mi casa.

Y mis lectores ¿Qué piensan?

 

 


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