¿California? ¡No! ¡Viena!

Grupo en la hierba con el logo de Viena DirectoEste artículo demuestra una de mis carencias. Lo siento: no sé fotografiar gente fea 😉

30 de Junio.- En esta vida, hay cosas que poco a poco se van dejando atrás. Una de esas es la capacidad de divertirse, de jugar ilimitadamente, con intensidad, con el cuerpo, con el alma, con todos los cinco sentidos, que tienen los niños. Ese punto álgido de la adrenalina y de la emoción y, al mismo tiempo, ese fastidio irreprimible que sentías de pequeño en ese momento, justo en el que mejor te lo estabas pasando, en el que tu madre te llamaba para que te subieras de jugar a casa. Para mí, esos momentos de placer, de fluir como si el mundo no tuviera un mañana, como si no hubiera oficina, ni días nublados, es hacer fotos. Para mí, irme con la cámara, solito, a un sitio en donde haya mucha gente, es como debe de ser, para otros, volar en ala delta. Solo conmigo mismo y, a la vez, rodeado de gente, en suma concentración, buscando un ángulo, una expresión, una pose, atento a ese momento único, irrepetible, en donde los astros se alinean y una foto, la única posible en ese momento, aparece delante de ti.

Por eso soy MUY FAN de la Donauinselfest. Todos los años me parece poco el tiempo que tengo para, dejando todas mis obligaciones sabatinas y dominicales, largarme con la mochila, la cámara y los objetivos, varias tarjetas de memoria, una botella de agua –suele hacer un calor que te torras- y un calzado cómodo, para recorrer los kilómetros de la isla del Danubio y hacer fotos.

No me des más, que yo con eso soy feliz. Bueno, con eso y con la luz dorada de la tarde de verano. Eso que mis amigos Toni y Mar, estupendos fotógrafos los dos, han bautizado como “la luz Paco”. Es una luz límpida, de color miel, en la que nadie puede salir feo. Una luz que es muy difícil replicar digitalmente (aunque hay varios filtros de la versión móvil de Flickr que se le parecen) y que hace que los colore resplandezcan y todo el mundo salga, no solo guapo, como dije antes, sino enormemente sexi.

Los vieneses más pudientes no osan poner el pie en la Donauinselfest, por considerarla un espectáculo baratuno, “transdanubiano” (aquí, Transdanubia, aquellos distritos de la ciudad en donde los romanos no llegaron a poner el pie, son considerados como la parte más proletaria de la ciudad) pero yo reconozco que muero por las gentes que pisan la Donauinsel. Es como mirar un album interminable.

Quizá por eso, para quitarles la razón a los que, con la nariz levantada, miran la Donauinselfest desde lejos, he decidido darles a las fotos de este año un look californiano. Y es que en la Donauinselfest se puede ver gente muy friki. Y cuando digo friki quiero decir friki, pero también se ve mucha gente guapa (bueno, un diez por ciento) que, relajada, disfruta de la vida.

Reconozco que son mis motivos favoritos. El otro día, un lector habitual, al que me une una buena amistad, me decía medio de broma medio en serio que solo sacaba gente guapa en las fotos. El otro día estuve en una conferencia sobre María Zambrano y, en un texto que se leyó de la filósofa, esta decía que somos lo que somos y lo que no sabemos ser. Quizá yo fotografío gente guapa porque no sé fotografiar otra cosa.




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Comentarios

Una respuesta a «¿California? ¡No! ¡Viena!»

  1. Avatar de Gemma

    ¡Pero qué envidia, por Dios! ¡yo quiero!

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