O cuando la política se convierte en una profesión de riesgo.
7 de Mayo.- los malos toreros, los malos actores y las masas de indivíduos tienen una cosa en común: cuando entran en estado de intranquilidad, se mueven y, en general, lo hacen utilizando muy poco el sentido común.
Movimiento caótico uniformemente acelerado
Los malos toreros dan lo que se llama “la espantá”. O sea, que ven un semoviente feroz con cuernos y hacen lo que a cualquier persona normal –que no se dedique al toreo para vivir, claro- haría. O sea, correr. Lo cual está fenomenal para la integridad física de una persona normal pero a un torero lo condena a la cola del paro, como es natural.
Los malos actores, cuando sienten en escena el aliento frío del silencio del público, se sienten en la necesidad de moverse mucho y sin ningún sentido (lo cual, actuando, quiere decir que sin que sus movimientos añadan nada a lo que el público tiene que saber). En el argot se dice que “bubean”, estropeando esa delicada ilusión que cualquier actuación es.
Las sociedades, cuando la cosa se tuerce, cuando hay crisis económicas o de confianza en la estructura –elaboradísima, complejísima- que nos mantiene a todos medio unidos o medio desunidos, buscan alternativas a los que les parece la política tradicional (calificando a los que consideran políticos “tradicionales” con todo tipo de epítetos –algunas veces merecidos- y diciéndoles, como Pimpinela, que les olviden y que peguen la vuelta).
En España, las cábalas son con Podemos y con Ciudadanos (últimamente abreviado a C´s, que es como ese “I´m loving it” que ponen en McDonald´s para intentar de que nos olvidemos de las grasas polisaturadas y de las dosis salvajes de azúcar).
En Austria, con mucha más experiencia en esto del vamos a votar a estos mangurrianes para que los que están sepan lo que vale un peine, el voto protesta se canaliza a través de la ultraderecha o de formaciones que aparecen y desaparecen con cierta periodicidad como (un,dos,tres, responda otra vez) el Team Stronach.
Movimientos de personal en el Team Stronach
En este partido, fundado por el simpático y algo gagá millonario austrocanadiense Frank –“frenk”- Stronach, pasada la euforia inicial, los últimos resultados electorales –modestos o, por lo menos, no a la altura de lo que el fundador de Magna pagó por ellos- han hecho que aumenten las turbulencias y que aquello parezca la única parte del cuerpo de la Bernarda que las personas bien educadas no pueden nombrar.
Hace unos meses, recordarán mis lectores que la muchacha que Stronach había puesto para guardarle el chozo mientras él estaba partiéndose el pecho a trabajar en Canadá –já- una chica llamada Nachbauer, intentó hacerle la trece-catorce al padre fundador y empezar a pensar –poco- por su cuenta. Dicho padre fundador la echó, ella jugó bien sus cartas y tras un tira y afloja se nombró a un señor llamado Auer para sustituirla.
Dicho señor Auer se ha caracterizado, desde que le pusieron, por mantener un curioso silencio mediático (más curioso que nada porque los políticos son, por vocación, como aquellos charlatanes que iban por los pueblos y te vendían un peine, una pastilla de jabón y una manta, o sea, que en el sueldo llevan estar todo el santo día voceado su producto). Pues el señor Auer, no. Y claro, su jefe, que está en América, pero que lo ve todo, pues ha decidido despedirle (sin que haya encontrado aún a nadie lo bastante majara para sustituirle). El señor Auer, debe de estar del abuelo Stronach hasta el último pelo –y no solo por la rocosa dicción del millonario metido a político- porque da la sensación de que se ha tomado el despido como esos empleados que están hasta los cojones del jefe pero no encuentran el valor necesario para dar el paso último de hacerle un corte de mangas. Preguntado por los periodistas ha dicho más o menos que el que le despidan o no del Team Stronach se la trae al pairo.
Stronach mismo ha sido también sorprendentemente lacónico y ha dicho de Auer que es un hombre majete “ein netter Mann” pero que había perdido la confianza en él.
No somos naiden.
________________________________________________________________
¿Has participado ya en el #Conchiconcurso de Viena Directo? Recuerda que solo quedan seis días para que se termine el plazo. Puedes hacerlo siguiendo estos sencillos pasos:
Hazte fan (o fana) de la página de Facebook de Viena Directo (solo tienes que pinchar aquí y darle a Me gusta)
Localiza el post del #Conchiconcurso y escribe el título/s del /los post/s de Viena Directo que más te hayan gustado y la razón de por qué te han gustado.
Recuerda que el plazo se acaba este domingo, día 10 de Mayo.
La respuesta más original, ganará dos entradas para el Family Show de Eurovisión del día 23 de Mayo !Participa y gana con nosotros!
Deja una respuesta