Como no todo van a ser desgracias (aunque, si bien se mira, la estupidez es la desgracia más grande que se puede abatir sobre un país) hoy, un incidente chusco.
24 de Agosto.- En Austria la cosa está que arde y ya se sabe que, en situaciones de alta tensión ambiental, al Feind, no se le da ni Wasser.
El 28 de Septiembre, o sea, en poco más de un mes, habrá elecciones regionales en Öberosterreich. O sea, en Alta Austria. Como suele suceder en estos casos, los partidos políticos que se presentan están presentando en estos días sus campañas electorales, para engatusar al votante lo mismo que los maridos infieles tratan de hacer que las novias o esposas se olviden de los molestos apéndices que les impiden ponerse sombrero. Ya verás, tontorrona, que a partir de ahora ya nada será como antes, tú y yo hacemos una pareja fenomenal, lo de la otra fue…Bueno, pues eso, un momento de debilidad. Vamos, eso: excusas de mal pagador.
En la liga regional, claro, influye también lo que pasa a nivel de la Nación y, en la Alta Austria, como pasa a nivel país, la derecha de toda la vida (la de la pequeña y gran burguesía, la que lleva a la legítima y a los niños a misa todos los domingos y luego tiene una querida a la que le pone una mercería) se está pasando a la ultraderecha, en cuyas filas el único pecado consiste en tener una querida que no tenga acento y rasgos arios. Y eso, claro, en las filas del ÖVP, pues j*de bastante.
En esta clave hay que leer el enconado pleito que ha estallado este fin de semana entre el Partido Popular Austriaco (ÖVP por sus siglas en la lengua de Hans Krankl) y la ultraderecha austriaca.
Di que el ÖVP se ha gastado sus buenos dineros en hacer un vídeo profesional con una canción que también tira bastante al momento patriótico y tal. Se llama Oberösterreich, mein Dahoam (Alta Austria, mi casa).
Se muestran en el vídeo bonitos paisajes de esta región que es marco incomparable de belleza sin igual y dos cantantes (una señora de una edad y un señor con un tono de piel oscurito, que en algo hay que diferenciarse del enemigo, entonan una canción con mucho sentimiento que, a falta de coro gospel, acaba coronando un coro de voces blancas al estilo de los chavalitos cantores de Viena que ensayan en el Augarten).
El vídeo, pues es una cosa como los anuncios de fuet o de aceite de oliva o de mahonesa.O sea, un canto a las esencias regionales.
Hasta ahí, bien.
Pues en estas, que nuestro querido Strache (!No hay día en que no hable de él!) ha puesto en su perfil de Facebook -ese que le administra una tropilla de profesionales del marketing- una versión del vídeo del ÖVP solo que, en vez de poner al candidato del ÖVP, en una operación de recorta-pega-pinta que tiene sus precedentes en los bolsos de Luis Putton que venden en los mercadillos españoles, se ha puesto !Tachán! A él mismo.
Cuando en el ÖVP han visto el resultado de semejante atraco a los derechos de autor, han puesto el grito en el himmel y han utilizado las palabras más duras para condenar el acto, conminando a Strache a que borrase el vídeo de su perfil ipsofactamente.
Strache, después de taparse las orejas y decir muchas veces y muy rápido lo de „habla chucho que no te escucho“, ha dicho que él no borra nada, que esto era obra de un fan (o de una fana) pasada de vueltas, a quien el amor por el político ultraderechista la había llevado a realizar este homenaje o tributo utilizando el vídeo de la competencia.
No ha colado.
Hoy, en el ÖVP -en donde también tienen sus becarios que se pasan el día en Facebook- han buscado el perfil de la „fana“ que, transida de amor, ha publicado el vídeo falsificado en la cuenta de Strache. Y lo han buscado inútilmente, porque había sido eliminado. Se ha descubierto sin embargo, que el perfil era probablemente falso y que la foto que lo ilustraba era de un catálogo de uniformes (muy propio de un partido como el FPÖ, por otra parte).
En el ÖVP han acusado al FPÖ de hacer campaña con perfiles falsos y en los ultraderechistas les han mandado a Parla -aunque claro, conociendo el historial del FPÖ, a este observador de la actualidad austriaca no le parecería ningún disparate que los populares tuvieran razón.
A mis lectores dejo dilucidando el tema (y así se distraen un poco del lunes negro y de la crisis migratoria que nos aflige).
Por cierto, que si se quieren distraer un poco más, hoy se cumplen 25 años de una de las cosas más frikis protagonizadas por un ciudadano de Esta Pequeña (pero salada) República. Si quieren saber cuál y, de paso, echarse unas risas, pinchen aquí aunque en la foto de portada de hoy he dejado una sutil pista
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