Tres líneas de tranvía vienesas podrían salir en los próximos años del término municipal de la ciudad beneficiando a miles de viajeros frecuentes.
30 de Mayo.- Viena se prepara para la era postcoronavirus. Uno de los anuncios que el Gobierno hizo antes de que estallara en Austria la pandemia, fue su intención de hacer los transportes públicos más atractivos (y más baratos) mediante la tarjeta 3-2-1. Una especie de „Abono transportes“ que permitiría viajar por el mismo precio por toda Austria.
La tarjeta 3-2-1 , que es un instrumento de lucha contra el cambio climático y uno de los proyectos emblemáticos de los verdes, así como las partidas de los fondos de recuperación destinadas a hacer más atractivos los transportes públicos cristalizarán probablemente en proyectos que van a necesitar de la solidaridad interregional.
Ayer se presentó uno de estos proyectos.
La consejera Ulli Sima del ayuntamiento de Viena, anunció al periódico Kurier su intención de prolongar tres líneas de tranvía hacia Baja Austria, de manera que salgan del término municipal de Viena.
Una de ellas sería resucitar la línea 260/360 que unía el centro de Viena con Perchtolsdorf y que fue desmantelada en 1967.
Las otras dos serían a Schwechat y Gross-Enzensdorf.
El escollo, naturalmente, es la financiación, ya que la condición sine qua non para que estos proyectos, que beneficiarían a muchos viajeros frecuentes tanto como al clima, deberían estar cofinanciados por baja Austria y por Viena.
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