Dominik Thiem, austriaco, estrella del tenis mundial,no quiere vacunarse. Las autoridades australianas le dicen que sin vacuna no puede jugar en Melbourne. Emoción, intriga, dolor de barriga.
28 de Octubre.- Una cosa que aprendí cuando trabajaba en la tele es todos tenemos un famoso ante el cual nuestro entendimiento queda suspendido.
Solo así cabe explicarse que hubiera personas perfectamente razonables en su vida normal que quedaran obnubiladas por un ser tan sumamente mentecato como fue en vida Diego Armando Maradona. O que hubiera padres que consintieran dejar solos a sus hijos con alguien tan peligroso y que daba tanta grima como Michael Jackson.
Tendemos a atribuir a las personas populares que vemos por televisión cualidades que no tienen. Saberes con los que no cuentan.
En estos días, en Austria, vivimos un caso semejante.
DOMINIK THIEM QUIERE VIAJAR A MELBOURNE
Uno de los tenistas más conocidos del mundo es el austriaco Dominik Thiem, nacido en Wiener Neustadt en septiembre de 1993.
Thiem está preparando su vuelta a las canchas después de una sesión en una mano (un miembro muy útil para los tenistas, qué duda cabe). Esperaba que su reaparición pudiera ser en la ciudad australiana de Melbourne, en enero de 2022.
Solo hay un problema : las autoridades australianas no dejan pasar al país a nadie que no esté completamente inmunizado (vacunado) contra el coronavirus. Y, por lo que parece, el ciudadano más famoso de Villanueva de Viena no está vacunado. Al principio, Dominik trató de echar pelotas fuera (deformación profesional) y vino a decir (si no recuerdo mal, no oficialmente) que a las autoridades australianas no les importaba si estaba vacunado o no.
Las autoridades australianas dijeron que vale, que guay, pero que sin vacunar no jugaba en Melbourne en enero. Que se lo fuera pensando si eso (no le queda mucho tiempo).
Después, Dominik Thiem dijo que no se quería poner una vacuna de ARN mensajero porque le daba cosica (se conoce que en el doctorado de biología que hizo entre grad slam y grand slam se lo desaconsejaron) y que esperaría a ver si aprobaban otra de las tradicionales (como Sinofarm, si no recuerdo mal) y que ya si eso, ya veríamos.
Preguntado por el asunto, el Ministro de Sanidad austriaco, Sr. Mückstein, ha aconsejado a Dominik Thiem que se vacune. Por muy buenas razones: en primer lugar por que el ser joven y deportista no le salvaría, en el peor de los casos, de aterrizar en una UCI (ya sucede) ni tampoco de librarse de las consecuencias de la CoVid persistente. Es posible que la EMA permita otras vacunas en 2022, pero lo que no está claro es que sean mejores que las existentes en la actualidad.
Como no está vacunado, por cierto, Dominik Thiem no puede pasar a la Stadthalle como espectador a ver los partidos de tenis, ya que en la ciudad de Viena rige la regla de las 2G para eventos con más de 500 asistentes. O sea, que solo pueden entrar curados y vacunados.
Herbert Kickl, que podría hacer propaganda electoral con el lema que la Universal Pictures inventó para su paisano Erich von Stroheim (« el hombre al que a usted le encantará odiar »), el mismo político que recomienda sin despeinarse un peligroso medicamento de uso veterinario, se ha pronunciado indignadísimo contra las palabras del Ministro Mückstein, preguntándole si no le da vergüenza actuar como « un sabelotodo ». Ha debido decir !Ni que fuera usted médico ! (ah, que es médico ?).
En fin.
Thiem no es el único deportista reacio a vacunarse. En Alemania es famoso (por cenutrio) el futbolista Joshua Kimmich, notorio antivacunas.
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