Encuentran muerta a la doctora amenazada por los antivacunas

La doctora Kellermayr, que saltó a la notoriedad por las amenazas que sufrió de los antivacunas, ha sido encontrada muerta hoy en su consulta. Se ha quitado la vida.

29 de Julio.- Hace unas semanas, conté la historia de Lisa-Maria Kellermayr, una doctora de Alta Austria que había tenido que cerrar su consulta por las amenazas que había recibido de los negacionistas y de los antivacunas.

Acosada por todos los medios posibles, la doctora había recibido mensajes bien explícitos desde los grupos de Telegram en donde abreva esa gente, incluyendo uno en particular en donde un tipo despreciable, presuntamente un ciudadano alemán, lo que hasta ahora ha dificultado (según parece) su detención, explicaba lo que le haría el día menos pensado a ella y a los empleados de su consulta.

Antes de verse obligada a cerrar, la doctora publicó el mensaje en sus redes sociales.

Explicó que se había dirigido a las autoridades, que no le habían dado la ayuda suficiente e incluso le habían aconsejado que mantuviera un perfil bajo, para no atraer sobre sí la atención de esa gentuza enemiga de la ciencia y del sentido común.

Adujeron los poderes públicos que no era posible, por medios legales, encontrar primero y poner fuera de la circulación después, al que la amenazaba.

Hoy, la doctora Kellermayr ha sido encontrada muerta en su consulta.

Sin que pudiera atribuirse la responsabilidad de su muerte a terceros“.

Esto, en el lenguaje eufemístico de la policía, significa que la doctora se ha quitado la vida. Ha dejado una carta de despedida que las autoridades no han hecho pública.

Alta Austria es uno de los bastiones de la ultraderecha en Austria y, por lo tanto, es también uno de los bastiones de los antivacunas.

Durante el tiempo que dura ya la pandemia, todos los que vivimos en este bendito país nos hemos dado cuenta de cómo la extrema derecha, con su líder a la cabeza, Herbert Kickl y su portavoz parlamentaria, Dagmar Belakowitsch la cual, para colmo, es médico, han utilizado el negacionismo como arma política y a los antivacunas como carne de cañón de su estrategia incalificable.

No han estado solos, también medios con línea editorial afín, como Servus TV y sus inefables “expertos” (la mayoría matasanos que no sabrían ni poner una tirita) y su afición a la sátira de brocha gorda, o páginas de internet como Report24, han azuzado una escena llena de pirados y, por qué no decirlo, de mala gente, que se organizan en grupos de Telegram para ejercer ataques coordinados contra las personas que, como la doctora Kellermayr, tienen el coraje civil de alzar la voz a favor de la salud pública y de la ciencia.

Las locuras de los antivacunas, que han sido muchas y que al principio incluso nos hacían sonreír, desde la del chip hasta la del magnetismo o los vaticinios de muertes dolorosas y agonías largas para los que se vacunen, dejan de tener gracia cuando le cuestan la vida a una persona.

Ya no es cosa de pirados con gorros de papel de plata, creyentes en confusas energías o en cualquiera sabe qué. Cuando alguien es presionado hasta el punto de llevarle a la muerte, la cosa va en serio. Muy en serio.

Y es triste tener que escribir que todos aquellos que, en la medida de nuestras modestísimas posibilidades, hemos levantado la voz en nombre del bien público, nos hemos tenido que enfrentar a amenazas más o menos veladas o hemos tenido que emplear con profusión el único medio disponible para contener el vómito del odio en las redes sociales: el bloqueo.

Pero, sobre todo, la muerte de la doctora Kellermayr no puede convertirse en un símbolo de que semejantes jumentos pueden salirse con la suya. Tenemos que trabajar para construir un mundo en el que el bien, el estar del lado correcto de las cosas, tenga su recompensa.

Y ese trabajo empieza por ofrecer recursos a las personas que estén pensando en tirar la toalla.

En Austria existen muchos recursos para obtener ayuda rápida en la prevención del sucidio.

Aquí dejo solo algunos: el teléfono de ayuda psicológica inmediata 01/313 30 disponible 24 horas; o el de Rat und Hilfe bei Suizidgefahr 0810/97 71 55 o el teléfono de la esperanza 142, que también está disponible 24 horas.

Para jóvenes, el teléfono de Rat auf Drat 147, también disponible las 24 horas.


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