Un investigador de Viena ha presentado hoy una herramienta que hará más eficaz la persecución de los pedófilos.
8 de Febrero.- Ayer hablábamos de lo importante que es que el talento existente en una sociedad se aproveche lo más posible, a fin de mejorar la vida de las personas que viven en un país.
Las personas con talento encuentran soluciones novedosas a los problemas y, para eso, con la inteligencia sola no vale, tienen que tener además garantizado el acceso a los centros de formación. Este fue el caso sin duda del investigador vienés y experto en criptomonedas Bernhard Haslhofer y su equipo, los cuales, según informa la agencia de noticias APA ha desarrollado un modelo que puede localizarse para localizar a proveedores y plataformas que se dedican a la difusión de contenidos pedófilos, así como a los compradores. Estas operaciones se desarrollan en la actualidad principalmente en la internet oscura o Darknet.
Este método para pescar malvados se ha presentado hoy en el centro de investigación de la complejidad o Complexity Science Hub de Viena.
(Quizá mis lectores más memoriosos recordarán que en el CSH se elaboraron y siguen elaborándose los modelos -tan útiles- que predicen la difusión del coronavirus).
¿Cómo funciona la cosa? El punto de partida es un rastreador desarrollado en los Países Bajos que “surca” la internet oscura y criba los contenidos dudosos. Se calcula que, de unos tres millones de dominios, unos 258.000 están relacionados con material que documenta abusos sexuales.
Estos materiales (ver caso Teichtmeister) se pagan (a cambio o en venta) con Bitcoins.
“Por lo tanto, lo más importante es encontrar lo antes posible la dirección Bitcoin de los dominios, que se utiliza para liquidar las transacciones” ha explicado Haslhofer a las personas que han acudido a la presentación de su herramienta.
El método del investigador vienés permite rastrear y descodificar automáticamente una enorme cantidad de transacciones, vinculado los pagos entre los consumidores y los proveedores. Una vez localizados, llega el turno de las fuerzas de seguridad, que pueden aclarar el origen de los fondos enviando solicitudes a las empresas de cambio de criptomonedas.
Dado que el grueso de los servidores de la internet oscura está en Europa y los Estados Unidos, una herramienta semejante facilita enormemente la labor de la policía, como también ha señalado Thomas Goger, subdirector del Centro de Ciberdelincuencia de Baviera (ZBC), que colabora con el investigador vienés desde el pasado mes de Junio.
El ZBC tramitó en 2022 más de 2000 procedimientos relacionados con esta lacra. En la mayoría de los casos, la moneda con la que se paga la pornografía infantil es también pornografía infantil, pero aún así, este material representa para los cabrones que lo comercializan un ingreso considerable. Se calcula que representa un volumen de unos 100 millones de Euros anuales.
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