El año 2023 fue el “más cálido de los últimos 100.000” y a Austria (o sea, a todos nosotros) le va a costar muy caro.
9 de Enero.- Hace unos meses, conté en este blog una noticia horrible. Uno de los antivacunas más prominentes fue detenido por llevar en el coche el cadáver de su esposa, que había muerto de cáncer poco antes.
Los dos renegaban de lo que los imbéciles llaman „la medicina tradicional“ y probablemente habían intentado curar el cáncer de la pobre mujer mediante confusos remedios „naturales“, como ese engañabobos que es la homeopatía. Probablemente, al principio la mujer, con su diagnóstico, no se pudo creer que estaba enferma y entró en una fase de negación que duró demasiado. Su aversión a la ciencia fue tan cerril y aceptar que estaban equivocados hubiera afectado tanto a su (ya mermada) estabilidad psicológica, que ni el marido ni la mujer concibieron que existiera la opción de utilizar terapias sólidas, basadas en la ciencia.
Si les hubieran preguntado, probablemente hubieran achacado el cáncer a cualquiera de las teorías conspiranoicas que circulan por ahí. Probablemente, al principio, el marido le decía a la mujer:
-Qué vas a tener cáncer. Ni cáncer, ni “cánzar”. Si estás como una rosa, no hay más que verte.
Y ese fue el principio de su suicidio a cámara lenta.
Compare el lector esta noticia con el siguiente párrafo, extraído de una conocida web austro-alemana que empezó siendo negacionista de las vacunas y ahora también es negacionista del cambio climático (comprenderá el lector que no cite la fuente, para no hacerle propaganda a esa mierda).
“Los medios mainstream está difundiendo noticias falsas evidentes como parte de la propaganda climática . Esto se basa en afirmaciones hechas por científicos que han sido comprados por la secta del cambio climático. Porque muchos estudios publicados hasta la fecha lo demuestran: Antes hacía mucho más calor que ahora. Pero esto no encaja en la narrativa del malvado cambio climático “provocado por el hombre”.
Este párrafo es la entradilla de una noticia que reacciona a la abrumadora cascada de datos del servicio europeo Copernicus, para la monitorización del cambio climático.
Según este panel de científicos, el año 2023 fue el más cálido (atención) de los últimos cien mil años. Las temperaturas medias del planeta estuvieron 1,48 grados por encima de las temperaturas medias de referencia en la era preindustrial (periodo de referencia 1850-1900). Recordemos que el objetivo de los acuerdos de París era que no subieran por encima de 1,5 grados sobre esa referencia.
El director de Copernicus, Carlo Buontempo, ha declarado que los datos demuestran que “nos hemos alejado del clima en el que nuestra civilización floreció”.
Si no hacemos algo ya, inmediatamente, el aumento de la temperatura global provocado por la actividad humana va a golpear todavía más fuerte a la especie humana en forma de un conjunto de fallos en cascada.
Europa central, por cierto, va a ser uno de los lugares en donde ese cambio a peor se note con más fuerza.
Ya se está notando. Hoy, el Gobierno austriaco ha publicado un informe elaborado por el WIFO (el Instituto de Estudios Económicos de Austria) que, por primera vez, pone en números lo que le cuesta a la república austriaca no actuar en contra del cambio climático y sus consecuencias.
De aquí, a 2030 la inacción del Gobierno le costará a Esta Pequeña República entre 5400 y 7000 millones de euros todos los años. Nos costará a todos.
Y eso son solo los costes directos, los medibles a causa de las catástrofes naturales provocadas por el cambio climático o intensificadas por él.
El año pasado lo vimos, por ejemplo, en las inundaciones en el sureste de Austria, que se llevaron por delante vidas y haciendas e hicieron inhabitables pueblos enteros.
Mientras tanto, el Gobierno austriaco sigue subvencionando los combustibles fósiles (como el diésel).
Durante el año que terminó hace algo más de una semana todos, todos, absolutamente todos los días estuvieron, por lo menos, un grado centigrado por encima de la referencia de la era preindustrial.
El fenómeno de El Niño puede causar que 2024 sea todavía más cálido que 2023.
El partido que tiene más posibilidades de ganar las próximas elecciones es el FPÖ, la ultraderecha, que es negacionista del cambio climático. O sea, que tiene delante a un enfermo de cáncer y pretende que no pasa nada o, en el mejor de los casos, curarle a base de agua con azúcar.
Los informes de Copernicus y del panel de científicos contra el cambio climático de naciones unidas se basan en mediciones realizadas a lo largo del planeta y con los instrumentos más exactos disponibles. No solo en estaciones meteorológicas a ras de suelo, sino con aviones y satélites que toman datos veinticuatro horas al día.
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