Austria y el matrimonio igualitario

Hoy se cumplen dos décadas de la aprobación del matrimonio igualitario en Espaöa. En Austria fue todo más tortuoso.

 

El camino hacia la igualdad: La aprobación del matrimonio igualitario en España (primera parte)

30 de Junio.- El sábado se celebró, afortunadamente sin incidentes, el desfile del orgullo en la capital de Hungría, en Budapest. Casi medio millón de personas se manifestó a favor de la diversidad.

Hoy, se cumplen exactamente 20 años de la aprobación del matrimonio igualitario en España. Fue, concretamente, mediante la ley 13/2005. El presidente del Gobierno entonces era José Luis Rodríguez Zapatero. Era (es) manso pero de ninguna manera tonto, y sabía cuando inició el proceso que España era (es) uno de los países no solo de Europa, sino del mundo, en donde la homosexualidad está mejor vista por todas las capas de la sociedad. Las encuestas le decían que la ley del matrimonio igualitario obtendría, como así fue, un apoyo masivo. De hecho, se convirtió probablemente en la victoria más rentable de su mandato.

Así pues, aquel jueves de 2005, después de que la ley pasara por el veto del Senado, la aprobación en el congreso en segunda vuelta fue coser y cantar. Toda la cámara, a excepción de los diputados del PP y de Unió (solo Celia Villalobos se saltó la disciplina de partido) votó a favor de la igualdad jurídica.

Los conservadores españoles recurrieron la ley ante el tribunal constitucional y se vieron pronto presos en una esquizofrenia de imposible solución: mientras defendían en el Alto Tribunal que la ley debía abolirse, en la calle la cúpula del partido no hacía más que asistir a lujosos enlaces en los que Borja Mari se casaba con Feliciano José, mientras las consuegras se secaban la lagrimita con la puntita del pañuelo de encaje.

En Austria el proceso fue radicalmente distinto. Y bastante más tortuoso. Aunque al final el resultado ha sido bastante mejor -con más garantías de durabilidad- que en Espana.

A la altura de 2016 se registró una iniciativa legislativa popular bajo el lema “Ehe für alle” o sea, “matrimonio para todos”. La iniciativa llegó al Parlamento austriaco en 2017 y fue rechazada por la entonces mayoría de la cámara. Por un lado, los conservadores de Kurz que vino a decir que, a juicio del Partido Popular austriaco, el colectivo LGTBIQ+ ya tenía en Austria todos los derechos necesarios y que esto del matrimonio no podía ser porque, como todo el mundo (en su partido) sabía, un matrimonio solo puede ser entre un hombre y una mujer.

También la extrema derecha, fiel seguidora del putinismo, se negó en redondo a aprobar la ley. Sin embargo, esta derrota fue el principio de la victoria. Dos lesbianas se personaron en el registro civil y pidieron casarse. Cuando les negaron la posibilidad de desposarse recurrieron al Tribunal Constitucional austriaco, basándose en que la carta magna austriaca prohíbe cualquier tipo de discriminación por razón de sexo, raza, orientación sexual, etcétera.

El alto tribunal austriaco valoró la cuestión y sentó doctrina. El 5 de Diciembre de 2017, el tribunal dictó sentencia y dio al Gobierno austriaco un año, hasta el 31 de diciembre del 2018 para adaptar la legislación al objeto de permitir que las personas del mismo sexo pudieran casarse. También para que las parejas de distinto sexo pudieran acceder a la “Verpartnerung” o sea, el contrato con el que se había intentado contentar al movimiento LGTBIQ+ y que, en la práctica suponía un matrimonio de segunda.

 Todos los matrimonios celebrados a partir del 1 de enero en Austria son iguales.

 

 

El camino hacia la igualdad: la aprobación del matrimonio igualitario en España (2)

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