!Por fin sabemos qué pasará con las clases! – Una solución para la cultura – el Gobierno „lo peta“ en las encuestas – Hungría y Austria abren la frontera
24 de Abril.- Muy buenos días y bienvenidos un día más a Viena Directo, el blog de la gente a la que le gusta leer (y que, espero, le guste leer a la gente).
Hoy quisiera empezar felicitando a mis lectores musulmanes, porque empieza el mes del Ramadán.
Como siempre, antes de entrar en las noticias del día (!Hoy hemos sabido qué va a pasar con las clases!) vamos a entrar en las cifras.
Como viene siendo habitual (toquemos madera) son muy buenas y Austria no ha llegado aún a los 15.000 infectados.
Según cifras que daba el Gobierno hoy a las ocho de la mañana, había en Austria 14987 positivos al test de coronavirus.
11872 personas se han curado ya (ole con ole y olá) y, desgraciadamente, hay que lamentar 530 fallecimientos.
-Como decía más arriba hoy ha comparecido el Ministro Fassmann (ese hombre al que hay que mirar dos veces para poder abarcarle por entero) para explicar la „hoja de ruta“ de los colegios en Austria.
Después de que se hayan ido relajando las medidas para las iglesias, los peluqueros y los deportistas, le tocaba el turno a los educandos, que son nada más y nada menos que 1,1 millones en Austria.
El Ministro Fassmann y con él el Gobierno, se encuentran ante un dilema y es que la opinión pública, según las encuestas, se encuentra en este momento dividida casi al cincuenta por ciento. Por un lado, la mitad de la población piensa que abrir las escuelas en este momento es prematuro y los chavales pueden contribuir a expandir el virus malandrín. Por otro lado, hay un montón de madres y padres que están hasta los polinómios de tener a sus hijos en casa.
¿Qué hacer?
El Ministro lo tiene bastante claro. Ha declarado que los escolares necesitan „la escuela como lugar social y de aprendizaje“ y que la vuelta a las clases se hará bajo estrictas reglas higiénicas y manteniedo la distancia de seguridad dentro de las escuelas y también dentro de las clases.
Los chicos se incorporarán a las clases a partir del día 15 de Mayo y se dividirá cada clase en dos grupos, llamados Equipo A y Equipo B (estoy seguro de que mis lectores que nacieron en los setenta y los ochenta del siglo pasado ya están escuchando la sintonía). El primer grupo irá a clase de lunes a miércoles y el segundo jueves y viernes. A la semana siguiente, los días se cambiarán.
Por supuesto, los padres estarán obligados a llevar a los niños al colegio pero (esto es nuevo) en el caso de que haya alguna razón lógica (nachvollziebar) podrán los padres dejar a los niños en casa.
El calendario queda así:
4 de Mayo.- Vuelven a las clases los „maturanten“ o sea, aquellos alumnos que estén preparando la Matura o examen de acceso a la Universidad. También los alumnos de formación profesional y los de institutos politécnicos.
15 de Mayo.– Vuelven a clase los alumnos de primaria (Volkschule). De momento, los alumnos más mayores seguirán en casa otro poco. El Ministro ha argumentado esto diciendo que es mas difícil que los chavales más jóvenes aprendan a distancia.
29 de Mayo.– El resto de los alumnos (300.000) vuelven a las clases.
Se han elegido estos días 15 y 29 de Mayo porque son viernes, de manera que se puede ver mejor cómo se desarrollan las clases y, después, tomar medidas correctivas en consecuencia.
¿Y las notas? ¿Y la evaluación? El Ministro ha explicado que, cuando se cerraron las clases el día 16 de Marzo, ya se habían superado dos tercios del año lectivo. Las calificaciones finales de junio se harán contando con el rendimiento de los chavales hasta ese momento. En cualquier caso, los contenidos de aquí a que acabe el curso se tendrán que enfocar a que los chicos adquieran los conocimientos necesarios para poder hacer la transición a la siguiente etapa educativa que afronten.
Es muy importante que los chavales adquieran estos conocimientos y no pierdan clases. Hoy hemos podido observar los riesgos que conlleva una educación defectuosa.
En conferencia de prensa, el presidente de los Estados Unidos, Sr. Donald Trump, se ha mostrado partidario de inyectarle a la gente desinfectante y de exponerles a radiaciones masivas de rayos UVA al objeto de atajar las infecciones de coronavirus. Por suerte ha dicho que dejará la decisión final a los médicos (p´habernos matao, señora, p´habernos matao) pero que „suena interesante“.
Como he hecho ya otras veces, dejo aquí una línea de puntos para que los lectores puedan expresarse libremente.
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Por cierto, la comparecencia de Fassmann ha sido muy bien valorada por la oposición.
-Pasando a otros asuntos. Como cae por su peso, uno de los sectores más machacados por la pandemia es el de la cultura. Tras la no muy bien acogida conferencia de prensa de la Secretaria de Estado Lunacek, el Gobierno parece que quiere reconciliarse con una industria con un peso tan importante en el PIB austriaco y que, además, es una de las señas de identidad del país.
Por eso se dispone a aprobar una medida que, por ejemplo, no ha querido aprobar la rama del turismo.
O sea, la obligatoriedad de sustituir la devolución del dinero de las entradas por eventos culturales cancelados por vales canjeables
Está previsto que las entradas más baratas de setenta euros puedan ser canjeadas por vales por ese dinero y para las más caras, se ha previsto unos vales de hasta 180 euros. El objetivo de implementar esta medida es que los empresarios no se hundan en la insolvencia si todo el mundo pide la devolución de su dinero.
„Si los empresarios quiebran, la gente no recibe nada, esta es una decisión de compromiso para todos“.
Naturalmente, las organizaciones de consumidores se han mostrado bastante contrarias a la medida y han pedido que, para no vulnerar „masivamente“ los derechos de los consumidores, se permita que se el cambio por dinero contante y sonante de las entradas para aquellas personas que estén en una situación económica apurada.
-Muy comentadas han sido las palabras de ayer de Angela Merkel (por cierto, uno de los líderes europeos que más estima ha ganado entre sus votantes) sobre todo por su contraste con la actitud del Gobierno austriaco.
Ayer, Merkel se presentó en el Parlamento principalmente para decir que, aunque las medias eran las únicas posibles (mascarillas, distancia de seguridad, limitación de la libertad de movimiento, etcétera) de ningún modo le había gustado tener que aplicarlas por lo que suponían para el normal desarrollo de la vida en un país democrático. Dijo además Merkel que eran medidas que estaban y debían estar sujetas a crítica y a „control“ por parte de otras instancias del Estado, al objeto de evitar la amenaza del autoritarismo. El Ministro de Sanidad alemán, incluso pidió perdón. En ambos políticos se notaba un reconocimiento implícito de su falibilidad que parece estar ausente del proceder del Gobierno austriaco, instalado en una autosatisfacción favorecida por una casi total ausencia de crítica interior.
El caso es que según las encuestas, el respaldo de las medidas de limitación del contagio es mayoritario por parte de los austriacos.
Casi tres cuartas partes de los encuestados se muestran a favor de la obligación de llevar mascarillas.
Un 73 % de los austriacos piensa que su Gobierno está llevando muy bien la crisis y valora muy positivamente la información que se está dando a los ciudadanos y un 54% piensa que está muy requetebien el ir reduciendo poco a poco las medidas.
Otra cosa es la famosa aplicación de Cruz Roja (de la que el Gobierno es tan entusiasta). Mientras un tercio de los encuestados piensa que está muy bien, otro tercio piensa que no está tan bien (sobre todo por el espinosísimo asunto de la protección de datos) y un tercio está aún indeciso.
-Muchos lectores me preguntan por la apertura de fronteras. Hay pasos lentos a este respecto. Austria y Hungría han acordado abrir el paso de Hegyeshalom para „pendlers“ (o sea, los húngaros que trabajan en Austria y viven en Hungría y „pendulean“) y para los agricultores. De cinco a diez de la mañana y de cinco a ocho de la tarde.
Y con esta buena noticia, sobre todo para aquellos de mis lectores que vivan en la parte este del país, me despido hasta las ocho, deseándoles que pasen un día estupendo y que se mantengan sanos e inmunes al aburrimiento.
Hasta entonces, un cordial saludo.
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