Molinos de viento

Democracia directa a la putanesca

Molinos de viento
Molinos de viento (imagen obtenida por IA)

La democracia directa, en la teoría, está fenomenal pero, como pasa siempre, hay maneras de pasársela por el molino de viento.

 

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14 de Enero.- Cuando uno escribe solamente una noticia al día, naturalmente tiene que elegir, y hay cosas que irremediablemente se le quedan en el tintero.

Los recientes acontecimientos hicieron que no me pudiera ocupar de uno sucedido este fin de semana en Carintia y que resulta una ilustración de lo más elocuente de la pérdida de calidad de nuestras democracias a la que me refería el domingo.

Primero, los hechos desnudos: en Carintia hay en estos momentos funcionando 14 generadores de energía eólica. O sea, los famosos molinos de viento de tres aspas dispuestas como en el logo de la Mercedes que son tan habituales en otras partes del país, como Burgenland.

Sin embargo, la extrema derecha de Carintia y algunos diputados regionales de la formación Team Kärnten, impulsaron una consulta popular al objeto de prohibir que se instalen generadores eólicos en ese Land de Austria.

El texto de la pregunta del referéndum es el siguiente:

 Soll zum Schutz der Kärntner Natur (einschließlich des Landschaftsbildes) die Errichtung weiterer Windkraftanlagen auf Bergen und Almen in Kärnten landesgesetzlich verboten werden?

Traducción:

¿Se debería prohibir por ley, al objeto de proteger la naturaleza de Carintia (incluyendo el paisaje) la erección de generadores de energía eólica en las montañas y los prados de Carintia?

En esta pregunta todo está mal. En primer lugar, porque es claramente tendenciosa. A ver quién es el guapo al que le preguntan si quiere proteger la naturaleza de su región y dice que no. El legislador viola de esta manera el compromiso de neutralidad que debe presidir la relación del Gobernante con el pueblo al que gobierna.

Otra de las bases de la democracia y es un aspecto básico, es la de tomar las decisiones de una manera informada. Es lo mismo que cuando uno va al médico y el doctor le pregunta si quiere que le operen. Lo primero que uno tiene que preguntar es de qué y por qué. No por nada se llama “consentimiento informado” fórmula en donde la segunda parte, ese “informado”, es la más importante.

En este caso no ha habido eso: el referéndum ha estado ahogado en una auténtica marea de noticias falsas, informaciones tendenciosas y auténticas majaderías (por supuesto impulsadas por los de siempre. Porque en Carintia hay por ejemplo telesillas que, en opinión de uno, estropean el paisaje tanto o más que los molinos de viento. Sin embargo, los telesillas no son objeto de debate, pero los molinos de viento, por su fama de energía limpia sí que lo son).

Por último, me gustaría apuntar que debido a estas y otras circunstancias (una población envejecida o que piensa que esto de la ecología y las energías limpias no es una cosa importante) el referéndum magufo de Carintia ha tenido muy poca participación (algo más de un 35%) y, de todas maneras, no es vinculante. Aunque, claro, con este resultado, de nuevo, a ver quién es el guapo.


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