Un ciudadano apalizado. Unos Ragazzi di Vita dignos de Passolini. La misma historia, vista con dos gafas.
15 de Abril.- Las historias son de una manera o de otra dependiendo de quién las cuente. Por ejemplo, los medios austriacos se hacen eco hoy de una historia sucedida en febrero en el distrito de Favoriten. Un caballero de mediana edad encontró en una web de citas (Grindr) el perfil de un chaval que decía tener 18 primaveras. Tras una conversación, quedaron en la puerta de una iglesia. El joven se presentó con otras seis personas, que apalizaron al hombre más mayor y le robaron todo lo que llevaba encima (que, por cierto, no era poco, uno no va por ahí con 600 machacantes en la cartera).
La víctima tuvo la suficiente presencia de ánimo para volver a su casa, borrarse el perfil, buscar al tipo que había servido de cebo, hacerse un perfil nuevo y hacer una captura de pantalla con la cual se personó en la policía y denunció a su atacante (de los otros no había foto).
La policía se puso a la tarea y después de que pasasen dos meses sin que hubiera señales del malhechor, publicó en su web la foto. Según parece, horas después se entregó el fulano en cuestión (de los otros seis, no hay indicios). Era un menor, de dieciséis, que se presentó en comisaría acompañado de su progenitor.
Es probable que los siete (presuntos) delincuentes pensaran lo que todos los matones o sea, que su víctima, avergonzada, no se atrevería a denunciarles. Pero sí que lo hizo.
Esta historia, contada así, escuetamente, es la que han publicado los medios de calidad. Lo sucedido recuerda, por el modus operandi, a una noticia que contaba yo aquí hace días. Recordará el paciente lector sin duda la historia de la banda neonazi de Estiria.
Sin embargo, el mismo tema, recogido por un medio sensacionalista (el infecto OE24) se convierte en algo rayano en el delito.
Nuestro apalizado ciudadano, de pronto, se convierte en un pedófilo (!). En su portada, el periódico titula “Banda juvenil atraía a pedófilos a una trampa para pegarles y robarles”.
El texto tampoco tiene desperdicio. Morbosamente, el redactor se recrea en “la ligera pelusilla” (dem leichten Flaum) que cubría el bigote del seductor, lo mismo que en la situación geográfica del punto de encuentro (Favoriten) y en las características del lugar, cerca de un colegio y de un jardín de infancia, para sugerir intenciones non sanctas del hombre agredido y hacer caer sobre él el peso de la sospecha. Detalles que, naturalmente, no se mencionarían si el encuentro se hubiera producido entre un hombre mayor y una chica joven (como en Das Geschäft mit der Liebe).Por supuesto, el redactor del Österreich se cuida muy bien de citar a la víctima por su nombre y de dar otros detalles que no sean su edad, ya que, de haber alguna manera de identificarle, el agredido estaría en su perfecto derecho de meterle al periódico un paquete de los que hacen época.
Como no podía ser de otra forma, sí que se menciona que el presunto tiene “raíces en los Balcanes” y también algo que a mí, personalmente, me deja un poco perplejo. Que se entregó a las pocas horas de publicarse su foto en la web de la policía. Yo no sé qué clase de persona está todo el tiempo mirando la web de la policía por si se publica su retrato en ella.
El suelto del OE24, un medio afín a la extrema derecha, tiene para todos. Para el pobre gay, al que trata de pedófilo (siguiendo el cliché repetido de la extrema derecha que vincula pederastia con homosexualidad), para el agresor, al que pinta como un caso clásico de delincuencia importada (Favoriten, Balcanes, están a un clic de decir que el muchacho es musulmán). El texto tiene apenas tres párrafos. No se puede pedir más.
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