El año se acaba y con él este resumen de lo que han sido los últimos 365 días.
31 de diciembre.- Último día del año, preparativos para entrar en el 2025 con el mejor pie posible. Abordamos hoy el último capítulo de esta serie con lo más destacado del año que termina y no puedo resistir la tentación de decir que, creo que por primera vez en los casi veinte años que hace que escribo Viena Directo, llego a tiempo de contar el año viejo antes de que llegue el nuevo.
En fin: noviembre de 2024 nos dejó la visita de Victor Orbán, el mandatario que mandata en Hungría, al Parlamento austriaco.
Venía para visitar a Walter Rosenkranz, el único ultra que ha conseguido pillar cacho después de las últimas elecciones. Hace unos días nos enteramos de que la visita fue todo lo irregular que pudo ser, al objeto de hacer resaltar la amistad y buena sintonía que reina entre FIDESZ, el partido autoritario de Orbán y el FPÖ, su equivalente austriaco.
El 6 de Noviembre, mientras yo entrevistaba a Sergio del Molino en el Instituto Cervantes de Viena, Donald Trump ganó las elecciones y con esta victoria logró algo histórico, que un criminal convicto y, sin duda, uno de los peores mandatarios de la historia de la democracia estadounidense, tuviera una segunda oportunidad para seguir haciendo el mal.
A partir del próximo enero, podrá hacerlo casi sin ningún obstáculo. De momento, ha colocado a billonarios como Elon Musk al frente de los resortes del estado norteamericano, de manera que es posible que haya puesto los cimientos de una oligarquía que se parece cada vez más a la rusa. Si todo sigue como en su anterior mandato, Donald Trump seguirá distrayendo al personal con sus ocurrencias desde Twitter y mientras tanto se concentrará en demoler, piedra a piedra, la democracia estadounidense.
En noviembre también se iniciaron en serio (aunque despacito, eso sí) las negociaciones para la formación del Gobierno tripartito (SPÖ, ÖVP, Neos) al tiempo que se desmoronaba la coalición alemana también tripartita. Parece que tendremos gobierno a mediados del mes que viene, cuando pasen las fiestas.
La última noticia de noviembre fue que Rusia decidió cerrarle a Austria el grifo del gas, debido a la resolución de un pleito entre la ÖMV y Gazprom. El Gobierno austriaco reaccionó con tranquilidad y calma, aunque fueron muchos los que dijeron que no se habían hecho públicas nunca las condiciones del contrato entre las dos empresas energéticas.
Este mes de diciembre no ha traido buenas noticias en lo económico.
La economía alemana, la locomotora de la Unión, lleva tiempo resintiéndose de los altos precios de la energía y de un sistema productivo algo anticuado.
Las turbulencias en casa de nuestros vecinos de arriba están también dejándose notar aquí. En los últimos meses han quebrado varias empresas y no parece que la tendencia vaya a estabilizarse en un futuro próximo. El nuevo Gobierno va a tener que enfrentarse con una situación económica muy dura que seguramente la oposición ultra va a aprovechar.
Los recientes acontecimientos en Siria también tienen en vilo a muchas personas que llevan casi una década en Austria y que han hecho su vida aquí.
El Gobierno aprovechó la caida del dictador Al Assad para mostrar el camino de salida a los refugiados sirios que viven en Austria. No parece, en cualquier caso, que vaya a ser tan fácil como muchos quisieran echarles. La situación en Siria no se va a resolver a corto plazo.
Y con esta noticia, terminamos este repaso por el año que termina dentro de unas pocas horas. Muchísimas gracias a todos los fieles lectores de Viena Directo que me han acompañado día a día en este viaje. Les deseo a todos que “resbalen“ bien de un año a otro y que los trescientos sesenta y cinco días que inauguramos dentro de poquito les traigan toda clase de suertes y sobre todo muchísima salud.
Hasta mañana.
Deja una respuesta