Un periódico bicentenario se fue a la porra, en el SPÖ se hicieron un taco con el Excel, murió Antonio Gala y el becario más viejo del mundo, al fin, pudo trabajar.

28 de Diciembre.- Continuamos hoy este repaso a la actualidad austriaca de 2023 con el mes de abril que, ya se sabe (lo dijo el poeta) es el mes más cruel. En ese mes, Fraz Wielander, nacido el 14 de Enero de 1914 dijo adiós a este mundo a los ciento nueve años de su edad. Era el hombre más anciano de Austria y, casi hasta el final, estuvo perfectamente de la cabeza. Era un campeón de la longevidad, pero no tuvo nada que hacer contra la mujer más vieja que haya pisado nunca este trozo del mundo, una vienesa que alcanzó los 114.

ABRIL

Otro deceso: a finales de abril de este año terminó la historia del Wiener Zeitung el matusalén de los periódicos austriacos. Murió el pobrecito víctima de las nuevas tecnologías. Hacía mucho que no resultaba rentable, sobre todo para el Gobierno austriaco, su principal accionista y había perdido la función de dar carta de naturaleza a determinadas decisiones legales a base de hacerlas públicas.

Sus redactores han formado un grupo que con “crowd funding” ha creado un nuevo proyecto periodístico. A ver qué tal les sale.

Y del pasado al futuro: en abril entró en el radar de Viena Directo la inteligencia artificial generativa, un tema al que le hemos dedicado cada vez más espacio y que algo me dice que será uno de los temas de 2024 (eso, si a nadie le da por tirar bombas en otro sitio del planeta, que vaya moda funesta). A finales de año, tímidamente, el que esto redacta empezó a utilizar la IA como herramienta para producir ilustraciones. De momento, los textos son todos escritos con el sudor de mi frente.

MAYO

En mayo, en el transcurso de una larga ceremonia (tan larga como había sido la espera) se coronó a Charles Windsor, nuevo rey de Inglaterra. Ese hombre de dedos como salchichas (enjoyadas, eso sí) y con una agradabilísima voz, entrenada en el teatro, en sus tiempos de universidad. Falleció Antonio Gala en Córdoba (llevaba retirado algunos años) y el ritmo de su voz se quedó ya para siempre en sus libros.

Como siempre, fue también el festival de Eurovisión, celebrado en Inglaterra pero con Ucrania en el espíritu.

Eurovisión volvió a ser, un año más, un acto de resistencia contra la barbarie y la cazurrería.

JUNIO

En Junio, Andreas Babler empezó a dirigir el partido socialdemócrata austriaco y hoy, seis meses después, no se puede decir que el cambio haya mejorado demasiado la situación del partido, las cosas como son. La elección fue tortuosa, con unas primarias que pasarán a la historia del ridi más espantoso. Tanto, que se equivocaron de candidato y, al principio, dijeron que había ganado Doskozil, para rectificar a los dos días. En fin: un desastre. De Babler se ha dicho mucho que es marxista (de peluche, la verdad) y cuando habla, lo hace muy rápido y farfullando. Parece que la travesía del desierto, como no cambie mucho la cosa, va a ser larga.

Casi mediado 2023, la ciudad de Viena encontró la solución para un problema que había reconcomido a muchas personas durante una década: qué hacer con el monumento a Karl Lueger. Por un lado, el “monumento” es bonito y la plaza en donde está más. Por otro, representa a un tipo al que, de ser cierto lo que dicen los historiadores, cuando más lo conocías, más te apetecía comerte una babosa. Al final, se encontró la solución que es, al mismo tiempo, una obra de ingeniería y de ingeniosidad: inclinar la estatua un poquitín, para que se supiera que el representado en el monumento era un pecador de pradera.