2023: El año del piquito (1/4)

La nueva “hija” de Ana Obregón, el caso Teichtmeister, las protestas…Parece que hace un siglo que pasaron, y no hace ni un año.

27 de Diciembre.- Este 2023, como todos los años, no empezó oficialmente hasta que la filarmónica no abordó los primeros compases del Concierto de Año Nuevo. El Musikverein estaba, como siempre, precioso. La señora del kimono, que siempre está en el palco de la derecha, observando encantada todo lo que sucede, disfrutaba de las melodías decimonónicas. Todo bien. Sin embargo, más tarde, se supo que unos activistas a favor del clima habían conseguido colarse en una de las ocasiones más exclusivas del calendario austriaco portando sendas bocinas de camión, al objeto de interrumpir el concierto y perturbar el plácido resacón del cuerpo diplomático acreditado en Viena que dormita de ordinario mecido por la música.

ENERO

Fue quizá esta noticia la que sacó de sus casillas a un saltatapias, el dueño del Restaurant Peppino (ya ves truz) el cual puso un cartel a la puerta de su establecimiento prohibiéndole la entrada a árabes (pobres), ecologistas (ya ves truz, again) y veganos (que no le hacen ningún daño a nadie debido a su dieta). El cernícalo se llama Stefan Lerchner y su (asquerosa) iniciativa tuvo mucho eco en los medios ultras y entre los ciudadanos con el expediente académico más justito.

Otro de los nombres del año también ha sido el de Florian Teichtmeister. Otrora famosérrimo actor de teatro, cine y televisión, se supo que le había sido encontrada pornografía infantil de confección propia, también destinados a su propio consumo. La historia tenía (y tiene) todos los ingredientes para provocar la fascinación morbosa del público. Un hombre en la cumbre de su carrera, una novia que, como la mujer de Barbazul, abre la puerta de una habitación secreta (en este caso, el móvil de Teichtmeister), drogas y un juicio con una condena que muchos juzgaron demasiado leve y que la ultraderecha aprovechó de cuña. Hoy Teichtmeister vive en las tinieblas exteriores, abandonado de todo y de todos, haciendo rehabilitación (o rehabilitaciones). Su última película, Corsage, no fue nominada al Oscar (spoiler) y la ORF se ha tenido que comer con patatas todas las series en las que el afectado era prota.

FEBRERO

En Ucrania los malos (los rusos) han seguido tirando bombas y mandando cristianos (ortodoxos) al otro barrio. Este terrible hecho ha provocado algún que otro problemilla en Viena. Por ejemplo, en febrero se reunió la asamblea de la OSCE (organización para la cooperación y la seguridad en Europa) y se planteó la pregunta: ¿Invitamos a los rusos o no les invitamos? Se resolvió la cuestión de manera muy austriaca. O sea, les invitamos, pero solo lo justo.

No todos los rusos son malos: un residente de esa federación nos hizo de portavoz de la ciudadanía que sufre bajo la bota de Putin y nos explicó cómo se vive la guerra de Ucrania en Rusia y las consecuencias que, para la población, tienen las sanciones impuestas al régimen autocrático de Vladimir Vladimirovich. Tengo que decir que, de todos los artículos de este año, este es uno de los que me siento más orgulloso.

Más o menos a la misma altura, vino Jane Fonda a Viena, a participar en el baile de la Ópera. Era una visita de pago, claro. La presencia de Fonda estuvo patrocinada por Richard Lugner. La Fonda se alojó en una lujosa fonda y cumplió con su contrato, como buena actriz americana. A pesar de estar enferma de cáncer y de su edad provecta, sonrió a todo el mundo mundial y, poco antes de la media noche, dijo “Adiós, muy buenas” (o sea, bye bye, very good), cobró lo suyo y se marchó a América como había venido.

Rosa en Schönbrunn

MARZO

En marzo…!Ay, en marzo! Empezó el culebrón del Partido Socialdemócrata austriaco. “Juampe” Doskozil y Pamela Rendi-Wagner se enzarzaron en lo que parecía ser una más de las escaramuzas que llevaban protagonizando desde que la segunda había llegado a la cúspide del partido. Pero no: esta vez iba en serio. A Pamela Rendi se le hincharon las narices ante las continuas bravatas de Doskozil y decidió que era hora de dejar hablar a la militancia. Y madre mía cuando hablaron. Pero eso llegó un poquito más tarde, no adelantemos acontecimientos. De momento dejémoslo en que se convocaron primarias y se empezó a buscar candidatos.

Pactó en marzo Johanna Mikl-Leitner con Udo Landbauer, esto es, el Partido Conservador austriaco con la extrema derecha más agusanada. Fue un sapo que se tuvo que tragar Johanna y que incluía, por ejemplo, compensaciones a las “víctimas” de la pandemia. Esto es, a personas cenutrias que habían sido multadas por incumplir las normas de la seguridad de la pandemia.

El 29 de Marzo, fecha que quedará grabada en la Historia, Ana García Obregón, una de las mujeres más ricas de España, se convirtió en madre legal y abuela genética de una criatura concebida por ese nuevo método de esclavitud que se llama gestación subrogada por no llamarlo compra de niños. El padre de la criatura fue su hijo (que dejó congelada su semilla antes de morir) y la madre una pobre mujer desconocida. 


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